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Dinastía 00

Historia del Antiguo Egipto: faraones, dinastías y cronologías

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Dinastía 00


Naqada IIc (IIC) - IIIa2 (IIIA2)

por Francesco Raffaele

 

(*Traducción autorizada por el autor y realizada por Teresa Soria Trastoy. Noviembre 2002)

 

http://xoomer.virgilio.it/francescoraf/index.htm

 http://xoomer.virgilio.it/francescoraf/hesyra/dynasty00.htm

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ÍNDICE

NOTA PRELIMINAR
INTRODUCCIÓN

 

CONCLUSIONES

 

NOTA PRELIMINAR
"Dinastía 00" es un término que no ha obtenido aceptación general en la Egiptología, algunos autores lo utilizan para referirse a los gobernantes del período anterior a la Dinastía 0; pero al igual que en este último término, no existe relación entre muchos de los gobernantes de las "Dinastía 00", dado que eran jefes locales de diferentes centros y ellos mismos no se reconocían como parte de la misma familia de gobernantes, excepto a nivel local. 
 
Aunque inapropiado, (lo cual es también de aplicación a la mayoría de las posteriores "verdaderas" dinastías), este término nos proporciona una subdivisión o distinción entre los soberanos o jefes del período en el que Egipto fue precisamente unificado culturalmente, o iba a serlo inmediatamente, ( Naqada II tardío - principios Naqada III) y los reyes de Naqada IIIB ("Dinastía 0"), momento en que la unificación política de Egipto era ya un hecho consumado.
 
En el primer período, comunidades regionales independientes del Alto Egipto, luego proto-estados (Hierakómpolis, Naqada, Abidos) compartieron similares rasgos culturales, y, probablemente, tuvieran relaciones más o menos pacíficas (tratados, enlaces matrimoniales, guerras) entre ellos.
 
El período comprendido con ese término comienza con el gobernante (?) enterrado en Gebelein y que se halla en el Museo de Turín (principios de Naqada II), el propietario de la tumba 100 (loc. 33, Naqada IIC), aquellos enterrados en las tumbas del cementerio T (Kemp, JEA 59, 1973, 36-43 ; Wilkinson, 1999 p. 52) en Naqada (posibles tumbas reales) y, finalmente, el cementerio U de Abidos (tumbas de adobe de jefes locales del período que se comprende desde el tardío Naqada IID hasta finales del IIIA) y los contemporáneos de la tumba 11 de Hierakómpolis (loc. 6); del final de ese período podrían ser también las tumbas L24 de Qustul y 137,1 de Seyala, en Nubia (finales de Naqada IIIa2 según B. Williams; sin embargo últimamente se vienen considerando más tardías y correspondientes a Naqada IIIB).

Una terminología más correcta sería aquélla que recogiese el período y la designación geográfica de las líneas gobernantes, por ejemplo: ...Escorpión I, en Naqada IIIA2, gobernante de Abidos (...enterrado en la tumba U-j)...
 
Hay indicios de una nueva serie de posibles nombres reales, reconstruidos por Günter Dreyer, en varias inscripciones que contienen etiquetas y vasijas del cementerio U de Abidos, en sellos que pertenecen sin duda al período Naqada IId1-a2, en la Paleta de Tehenu, y en los graffiti grabados en los Colosos de Coptos.
 
La lista completa (de momento provisional) y la opinión de Dreyer (Umm el Qaab I, 1998 p. 173-180) incluye los probables nombres reales o los símbolos de los gobernantes (loc. cit. p. 178; ver también TABA 1 infra): Oryx, Concha, Pez, Toro, Cigüeña, Cánido (?), estandarte de cabeza de ganado, Escorpión I, Halcón I, Estandarte Min + planta (vegetal), ?, Halcón II (?), León, Doble Halcón, Iry-Hor, Ka, Escorpión II, Narmer. Más gobernantes locales son los siguientes (la mayoría de la "Dinastía 0", período Naqada III): Nb (o R ?), Hedyu(-Hor), Pe + Elefante, Ny-Hor, Hat-Hor, Cocodrilo, Halcon + Mer (Tarkhan, lo ha interpretado como P.N. 'Mer Dyehuty'), y Qustul L2 Pe-Hor. Los últimos (desde Doble Halcón en adelante) son tratados en la página Dinastía 0.
 
En todo el intervalo comprendido por el término "Dinastía 00" hay enormes diferencias: por una parte, la situación socio-política en la que vivían los jefes mencionados de Gebelein y Hierakómpolis t. 100 y, por otra, la de Naqada IIIA2 de los reyes del cementerio U de Abidos; la diferencia resulta un tanto considerable. Estamos hablando de un período de 300 años; nuevos hallazgos y estudios nos permiten introducir en esta fase más orden y están siendo proporcionados nuevos criterios a tener en cuenta en la subdivisión crono-geo-política. El primer uso serio del término "Dinastía 0", de la mano de van den Brink (en id. ed 'The Nile Delta in Transition' 1992 p. vi, n. 1) iba referido a "los miembros de la clase gobernante enterrados en el cementerio U de Abidos, Ummm el Qaab"  quienes fueron "los posibles antecesores de los reyes de la Dinastía 0".
G. Dreyer utilizó este término, en tono de broma, para referirse a los gobernantes del período anterior a Naqada IIIB. También el término "Dinastía 0" es usado para designar sólo a la dinastía enterrada en el cementerio B de Abidos o a todos los reyes del Egipto de Naqada IIIB; además, otros aplican este término a todos los gobernantes del príodo Predinástico tardío (= "Dinastía 00 + 0"). No es necesario remarcar que esos términos resultan ambos casi ridículos (aunque el término "Dinastía 0" es más aceptado entre los académicos que el ""Dinastía 00", igualmente engañoso) y que son aplicados aquí tan sólo a efectos de conseguir una distinción, transitoria (?) y atendiendo a los buscadores de Internet.
En conclusión: "Dinastía 0" (algo menos engañoso podría ser "DINASTÍAS 0") es de aquí en adelante utilizado como un término descriptivo referido a un período dentro del protodinástico, no a una única línea de gobernantes de un específico lugar; el período comprendido es el Naqada IIC-IIIA2 (Kaiser's stufen IIc, d1-2 y IIIa1-2).Una discusión sobre el término "Dinastía 0"aparecerá en los archivos del EEF (Octubre 2002 zip file). 
 Ver también Tabla 2 al final de esta página. (* Nota del traductor: Ver la Síntesis en la web de la que se ha extraído este artículo).
 

"Dinastías 00":
Los proto-estados del período Naqada IIC-IIIA2
(c. 3500-3220 BC)

 PRIMERA PARTE - INTRODUCCIÓN

 
He introducido anteriormente las principales subdivisiones cronológicas y los problemas de la cultura de Naqada (Secuencia de fechas de Petrie, y las mejoras realizadas por Kaiser y Hendrickx), que no quería reflejar aquí. (cf. F. Raffaele, Dynasty 0, en: AegHelvet 2002; la página Dinastía 0  <Pt. II, note 1>; ver también esta síntesis sobre las primeras culturas predinásticas como Faiyum, Merimde, Badariana).

 

Naqada I (anteriormente llamado "Amratiense") estaba caracterizado por varios tipos de cerámica y por una gran producción de objetos tales como figurillas humanas, amuletos, peines de marfil decorados, paletas cosméticas en forma de animales; a este repertorio tenemos que añadir vasijas de piedra, cuchillos de sílex, armas y otras herramientas que sugieren un progreso en la tecnología (división de los trabajos, avance en la producción alimentaria) y, sobre todo, en el más amplio ámbito del pensamiento. Es importante precisar que Naqada I-II son las fases principales de la misma unidad cultural (mejor si se divide en más subfases): por tanto, los elementos de continuidad entre las fases I-II, II-III y III-Dinástico temprano (= Naqada IIIC1/D) tienen que ser considerados mucho más relevantes que las detectadas interrupciones entre las fases contiguas; y los términos Naqada I-II son en la actualidad más aptos que la terminología de Petrie para expresar la idea de una civilización en evolución .

 

La civilización de Naqada se desarrolló en un núcleo central, expandiéndose, durante Naqada I, desde Abidos hasta las regiones de Hierakómpolis, teniendo su centro neurálgico en el epónimo sitio de Naqada (Nubt, Ombos).


En la siguiente fase (Geerzense, según Petrie) el impacto de la influencia de Naqada alcanzó la Alta Nubia, la región de El Faiyum (Gerzeh) y el Delta (Buto); el período IID-IIIA marca la culminación de la imposición cultural de esta cultura del sur al Delta, en donde fue reemplazada definitivamente la tradición local (Maadi-Buto); las siguientes fases IIIA2-IIIB) son una época de contrastes políticos, una larga serie (de alrededor de un siglo de duración) de lucha y alianzas que acabó con la supremacía del (proto-)estado regional Tinita que finalmente llevó a cabo la unificación de Egipto.

 

Pero tan sólo tenemos fragmentos a modo de esbozo de este complicado puzzle; y nosotros no debemos dejar de tener en cuenta el hecho de que un conocimiento desigual de los principales sitios de ese período afecta cuantitativamente a nuestras reconstrucciones; además, la evidencia de la violenta competencia entre los proto-estados del Alto Egipto está, por ahora, basada en su totalidad en la iconografía de los materiales estudiados.
  

No existe todavía una terminología unívoca (ver Nota Preliminar) para designar las fases del Predinástico Tardío; el término "Protodinástico" es empleado como sinónimo de "Dinastía 00 y Dinastía 0"las cuales no son verdaderas líneas dinásticas como las de Manetón, sino que designan los períodos o líneas de gobernantes locales contemporáneos; con el propósito de distinguirlos, seguiré, provisionalmente, la indicación de Dreyer, etiquetando los soberanos de Naqada IIC-IIIA2 como "Dinastía 0" (pero téngase en cuenta que la mayoría de los Egiptólogos se refieren con "Dinastía 0" a todos los reyes del predinástico tardío o sólo a la línea de Abidos enterrados en el cementerio B y, eventualmente, a aquellos enterrados en el cementerio U). La denominación "Dinastía 00" es, sin embargo, muy raramente utilizada en la Egiptología.

El surgimiento de los primeros gobernantes es sólo un aspecto de la formación del Estado en Egipto; la realeza hunde sus raíces en los substratos del folclore arcaico africano, aunque algunos de los elementos accesorios de la soberanía y cultura de las Dinastías 00-0 fueron tomadas prestadas de las antiguas civilizaciones de Uruk y Susa. Los académicos han individualizado dos períodos principales en cuanto a la influencia del cercano Oriente en lo(s) incipiente(s) proto-estado(s) Egipcios(s): el primero, durante la Dinastía 0 (c. 3200-3050 BC) que culmina con los reinados de Narmer y Aha,  y uno más antiguo, sobre el 3500/3400 a.C., en el medio-tardío Naqada II.

Sin embargo, las influencias del cercano Oriente fueron sólo en términos formales (motivos figurativos, la fachada de palacio) y prácticas (uso de sellos cilíndricos, escritura (?), pero esos elementos fueron siempre reelaborados y transformados de acuerdo con la propia cultura, creencias y necesidades ideológicas egipcias: Estas influencias externas nunca constituyeron una aportación decisiva a en al formación y evolución del Estado egipcio; Ya he mostrado (F. Raffaele, TM 2, 2002, 27) que el origen del estado es un proceso complejo que incluye numerosos componentes como causa y, por tanto, conlleva una explicación polimórfica basada en el análisis de diferentes factores (población, territorio/recursos medioambientales, guerra, acuerdos, tecnología, creencias) y el factor multiplicante de la interacción entre ellos.

En este período podemos dibujar el desarrollo de los componentes básicos del futuro mecanismo del futuro Estado, concretamente un conjunto homogéneo de creencias concernientes a la vida tras la muerte y al origen del poder de los jefes: unas series de mitos y material que se deducen de esos subsistemas proporcionan la legitimación y justificación de las desigualdades internas de una sociedad con una profunda distancia entre gobernantes y gobernados: la construcción de edificios monumentales en las ciudades  y de las más lujosas tumbas en tierras sagradas, la disponibilidad de materiales exóticos y lujosos como consecuencia del monopolio del comercio a larga distancia, la producción de elementos que simbolizaban y reforzaban su estatus, la posibilidad de dominar grandes masas de gente con métodos coercitivos violentos y con sutiles estrategias religiosas/mitológicas, fueron muchos de los recursos adoptados por la élite para probar, motivar, confirmar y reforzar su superioridad y supremacía.

 
La divina realeza y su trasfondo ideológico fue uno delos pilares del Estado egipcio, y la unión de los secular y el poder de lo sobrenatural con un solo individuo fue un factor decisivo para su éxito. La otra clave innovadora fue la especialización: para levantar la imponente máquina estatal y hacerla trabajar era necesario extraer parte de la gente que se dedicaba a la producción alimentaria y destinarla a otras actividades a tiempo completo: administración, ejército, religión y culto, construyendo templos (y su decoración), industria naval, comercio, minería. Estas clases improductivas y la corte real, eran sustentados por grandes masas de gente que se dedicaban a la agricultura; la producción estaba constreñida por los impuestos del Estado, luego almacenada y redistribuida desigualmente. En un sistema estatal, la especialización abarca todos los sectores de la sociedad y sus componentes estructurales: trabajo, alimentos y producción de artefactos, guerra, tecnología, religión,...(ver I. Takamiya 2002).

Los artefactos eran un símbolo que contenían un mensaje codificado que la élite podía comprender; pero tenían también un aspecto externo, un impacto visual con el que las masas eran subyugadas (piénsese en la monumentalidad de las estructuras o el esplendor de las piezas maestras de arte) y que contribuyen a la creación, definición y persistencia de los papeles de los señores y siervos.

 

Algunos han tratado de comparar, a nivel general, las políticas del temprano Naqada III con las ciudades-estado de la Grecia Arcaica o la clásica Maya; ambas situaciones, la griega y la maya, son mejor conocidas que el Predinástico Tardío Egipcio. Ciertamente debía haber una jerarquía en las ciudades alrededor de las capitales de cada proto-nomo egipcio, y alguna interrelación entre los diferentes estados regionales. Algunos de ellos (especialmente aquellos que bordeasen los territorios) debían estar enfrascados en una competición militar, para la explotación del territorio, monopolizar el comercio o mejores razones, mientras que otros, posiblemente, se hallaban unidos por alianzas estipuladas por intercambio de presentes, enlaces matrimoniales, construcción de monumentos, celebración de fiestas y ceremonias públicas.

 

En Egipto hay evidencias de una organización en forma de ciudades-estado o proto-estados regionales arcaicos desde el período Naqada II tardío: se conocen un sello que data posiblemente de Naqada I y otros más del período de Naqada IIB,C. La mayoría de los más antiguos sellos egipcios (Naqada, Naga ed-Der) han sido considerados como posibles importaciones (más que copias) de ejemplos del antiguo Uruk (VI-V). La escritura nace en Naqada III principalmente en dos esferas: muestras reales (simbolismos particulares de la realeza, nombres de reyes y propiedades) y prácticas administrativas (sellos, etiquetas y otros sistemas de contabilidad, control y reconocimiento de entrada, ventas y salida de bienes).

 

La comparación entre diferentes culturas de un Mundo en una fase similar de desarrollo realmente ayudan y son bienvenidas; sin embargo, normalmente se limitan a aspectos generales sobre temas paralelos ya que, actualmente, es muy difícil que la misma persona tenga conocimientos en profundidad de dos culturas  proto-Estatales o más avanzadas. Hay varias comparaciones interesantes [Trigger, 1993].

 


SEGUNDA PARTE - EVIDENCIAS DE PRIMEROS GOBERNANTES.

 

Una de las más tempranas representaciones de un gobernante egipcio se encuentra en la escena pintada en el muro de la tumba del período Naqada IIC (Loc. 33) en Hierakómpolis, la famosa tumba número 100.Hieraconpolis100  (Naqada IIc-d1) Cairo Museum (Quibell-Green, Hieraconpolis  I)
La escena está constituida por dos procesiones con largas barcas y varios motivos subsidiarios (animales domésticos y cazados, jefe golpeando cautivos, y otras escenas de caza y enfrentamientos).
Las interpretaciones son múltiples, desde victorias en enfrentamientos bélicos relacionadas con ceremonias, a genéricas evocaciones de triunfo rituales y simbólicas; Williams y Logan propusieron integrar la mayoría de las escenas, tanto éstas como las talladas en mangos de cuchillos de marfil, en un amplio ciclo de representación del (proto-) ritual real Heb Sed. Una representación similar con procesiones de barcas, luchas, caza del hipopótamo y escenas de pesca se encuentra en los fragmentos pintados de una tela procedente de Gebelein (Turin Mus., suppl. 17138) que data delGebelein Textile, Museo Egizio di Torino S. 17138 (Naqada II b-c) período de Naqada Ic-IIb (fig. >).

Naqada I y II son testigos de muchas creencias que se conectan con la época del Dinástico tardío: en particular los primeros signos de una tradición coherente (?) de la realeza parece que se remontan a estas dos fases: una reciente descubierta vasija (Objeto-C) en la tumba U-239 de Abidos (Naqada Ic-IIa) muestra a un gobernante golpegando a grupos de enemigos (la misma representación más de un siglo después que en la tumba 100 y casi milenio y medio más tarde que la paleta de Narmer); un fragmento (Objeto-B)con una corona roja en relieve fue encontrado por Petrie en la tumba 1610 en Naqada; series completas de rasgos, emblemas, atributos y acciones rituales de los gobernantes como la falsa cola, fundas para el pene, coronas, mazas, juncos, cetros, carreras rituales, caza de gacelas e hipopótamos y muchas más han sido hace ya tiempo identificadas [Fattovich, in: RSO 45, 1970, 133-149]; estos son los sustratos africanos de la institución de la realeza divina.

Conocemos un gran número de elementos constitutivos del Estado faraónico que fueron adquiridos desde la tardía prehistoria; uno puede tratar de llevar llevar las pautas que rigen el desarrollo de la realeza, la administración y la iconografía a otros sectores de la civilización egipcia arcaica tales como creencias y prácticas mortuorias, culto/religión/mitos, arte, tecnología, economía y comercio, subsistencia. 

De entre los más importantes y recientes logros en nuestro conocimiento de la "historia" del período del temprano Naqada III ("Dinastía 00") está la excavación y publicación de Dreyer de la tumba U-j de Abidos del rey Escorpión I y el descubrimiento de Darnell de varios graffiti en Gebel Tjauty, en el desierto occidental de Tebas (recientemente en discusión por Friedman y Hendrickx).
Scorpion I: ink inscriptions on jars and jar fragments from Abydos tomb U-jLa impresionante cantidad de objetos funerarios obtenidos en la tumba U-j de Abidos, entre los que se cuentan unas setecientas jarras importadas de Palestina, además de unos cuantos miles de jarras de vino y cerveza (la mayoría de las jarras de asa están inscritas con signos pintados), un cetro Heka (hallado en la esquina N de la cámara funeraria), marcadores de hueso/etiquetas de marfil (173) con cortas inscripciones, algunos artefactos de gran finura (recipientes con asas de obsidiana, piezas de mobiliario, marfiles muy fragmentados con relieves de animales) y el propio tamaño de la tumba, han ocasionado que algunos académicos sugieran la posibilidad de que Egipto pudiera haber estado políticamente unificado desde Naqada IIIa2/A1. Hay que tener mucha precaución con las bases que se establecen ya que nuevos descubrimientos pueden desestimar las conclusiones eventuales (como con el descubrimiento de Dreyer o también con la publicación de Williams de las excavaciones llevadas a cabo en el cementerio L en Nubia).

En el caso de Egipto, no hay más evidencias de un cementerio real del período temprano de Naqada III a excepción de Hierakómpolis (loc. 6) (El cementerio T de Naqada estaba en declive en esa época) [cf. Wilkinson, MDAIK 56, 2000]; por tanto, la posibilidad de que el propietario de la tumba U-j de Abidos, Escorpión I, pudiera haber reinado sobre un Egipto unificado carece de la fuerza que produciría el encontrar similares pruebas en otros lugares.

 
Además, debido a la uniformidad cultural que envolvía a toda la ciudad del tardío Naqada II y las creencias compartidas en un principio muy temprano y el largo proceso de la unificación política, los presentes datos sugieren que la transformación final del Valle del Nilo egipcio, de una tierra con diferentes políticas regionales a otra gobernada por un mismo soberano, sólo pudo consumarse en el tardío Naqada IIIB; probablemente por Narmer y/o por uno de sus más cercanos predecesores (Ka, Iry Hor) de la misma línea de regentes de Abidos enterrados en el cementerio B; esta necrópolis de las varias que se encuentran al norte del cementerio U y, por tanto, podemos afirmar que Narmer fue sucesor de Escorpión I y que esa élite Tinita tuvo un papel superior en el desarrollo y conclusión de la Unificación.

Esta consideración está basada en parte en una evidencia negativa, concretamente la falta de pruebas de gobernantes del período Naqada IIIA ("Dinastía 00") fuera del territorio Tinis/Abidos. Sólo desde Naqada IIIB ("Dinastías 0") se encuentran los primeros serejs reales en varias zonas de Egipto como el Doble Halcón (sobre si éste es un nombre de rey, ver más abajo) y, posteriormente, Ka y Narmer (ver F. Raffaele, op. cit.; también la página Dinastía 0).

Una importante punto sobre la tumba U-j, es el hecho de que la superestructura reproduce claramente un modelo de palacio (cf. Dreyer, Umm el-Qaab I, p. 6f., fig. 5-6); algunas hendiduras facilitan el acceso a varias cámaras de la tumba, seguramente imitando las verdaderas puertas del palacio real (y, por otra parte, anticipando lo que serían las falsas puertas en tumbas de época posterior); cerca de la parte superior de esas hendiduras dos agujeros aguantan una barra de madera en la que era enrollada una estera; por último, seis tumbas de adobe del cementerio U tenían sus cámaras conectadas mediante listas. 

Recientemente, S. Hendrickx ha propuesto una posible explicación para la marcada diferencia existente entre la tumba U-j y las otras del cementerio: sería posible pensar que con anterioridad a Escorpión I era cierta la separación entre las tumbas y su recinto funerario; la sala de ofrendas está localizada justo al sur de la tumba U-j y U-k (vasijas halladas en él datan de Naqada III y de principios de la Dinastía I); por otra parte los primeros recintos funerarios (a 1km. y medio al Norte de Umm el-Qaab) son conocidos sólo desde la época de Dyer (o Aha); pero ésos fueron construidos en adobe, por lo que puede suponerse que los más antiguos eran simples empalizadas hechas con materiales perecederos como postes de madera, que podrían haber desaparecido con el paso del tiempo. En Hierakómpolis la tosca tumba contemporánea (de clase alta o real) número 11, fue también provista con un cercado (al igual que la tumba 1 de finales de la Dinastía 0, que Hoffmann intentó atribuir al rey Escorpión II).

Ciertamente, puede suponerse que Escorpión I tuvo un próspero  reinado; la tumba U-j (que data justo de época posterior a la U-k y anterior a la U-i) tiene su subestructura construida en dos fases: en una primera, la cámara funeraria (oeste) (U-j 1) y las nueve cámaras (U-j 2-10) (10 x 20 codos); en una segunda fase, las dos cámaras (sur) (U-j 11-12) fueron añadidas a la tumba y venían a medir 10 x 16 codos; aunque no debió de haber una gran diferencia de tiempo entre las dos fases de la construcción (los ladrillos son del mismo tamaño).

El tamaño absoluto y la cantidad y clase de los bienes hallados indican que el propietario de este enterramiento, Escorpión I, debía ser una persona de relevancia en esa época y responsable de los mayores éxitos.

Pero debe tenerse en cuenta (en mi opinión) que la Unificación política fue realmente concluida sólo con Narmer, cuando los relativamente escasos y dispersos poderes regionales fueron probablemente subyugados o aniquilados por la familia Tinita, sin embargo, el incipit de este proceso se halla, sin duda, en la llamada "Dinastía 00".

Djebel Tjawty graffito of King Scorpion I (J.C. Darnell - D. Darnell,  1995-96 Annual Report in the Abzu Chicago Oriental Institute page)
Reporte preliminar de la Exploración de Luxor-carretera Farshut en el sitio ABZU  (O.I.)

A este respecto, resulta de gran importancia los graffiti de Gebel Tjauty, con su posible narración de una victoria militar de Escorpión I sobre el gobernante de un estado regional cercano (¿Naqada?) a quien capturó (el nombre personal del derrotado o de la región/ciudad fue posiblemente escrito con la cabeza de un Toro sobre un estandarte, un emblema que aparece también en la tumba U-j en las inscripciones con tinta de las jarras).

Después de la persona capturada (que es seguida por el gobernante victorioso con una maza) encontramos la figura de un pájaro (¿secretario?) picoteando una serpiente (una simbología de "victoria" o el emblema de un nomo/región?) que se halla también en el peine de Davis, Brooklyn, en Pitt-Rivers cuchillos-mangos y en vasijas decoradas de la tumba de Qustul L23. Detrás del pájaro hay una figura llevando una vara precedido de un estandarte (?) y en el lado derecho un halcón sobre un escorpión (¿nombre real?, sobre el tema, ver infra)

El jefe derrotado en la parte izquierda, tiene sus manos atadas a la espalda y es sostenido con una cuerda por el vencedor; el último es representado en un nivel superior (y a escala) en el extremo izquierdo de la escena.

El aspecto interesante del graffiti es, en mi opinión, su carácter narrativo, al mismo nivel que el graffiti de Gebel Sheikh Suleiman graffiti, cerca de Wadi Halfa en Nubia, la escena parece representar una victoria real. Las escenas de los objetos del Predinástico tardío (originalmente destinadas a templos y tumbas) son en su mayoría consideradas como rituales o simbólicos (tumba 100, paletas decoradas ceremoniales) mientras que las escenas talladas en las rocas de Gebel Tjauty and Gebel Sheikh Suleiman pudieran ser "informes" de acontecimientos históricos.

En particular, sobre el Tyauty, Wilkinson  [op. cit., 386] ha especulado con la posibilidad de que significasen victorias de la línea gobernante Tinita sobre la decadente política de Naqada.

Gebel Tyauty fue quizá un atajo para los comerciantes Tinitas y los ejércitos, para doblar el territorio de Naqada en su camino hacia las regiones de Hierakómpolis y la Baja Nubia (Sayala y Qustul son centros capitales del Grupo A que tuvieron su apogeo en ese período y un poco después; cuando los reyes de la Dinastía 0/principios de la Dinastía I se marcaron como objetivo la explotación directa del territorio Nubio, la cultura del territorio del Grupo A desapareció; ver la página de la Dinastía 0; se puede lanzar una hipótesis sobre un patrón similar en relación con la desaparición del complejo cultural de Maadi-Buto en el Delta.

 

naqada3ab_01.jpg (21624 bytes)Todo esto nos dice relativamente poco de la organización de los proto-estados previos a la "Unificación"; quizá haya una semejanza entre las macro-regiones del Valle del Nilo durante Naqada III y las posteriores subdivisiones en Nomos (los emblemas de muchos de los posteriores nomos ya aparecen a finales de la Dinastía III principios de la IV en antiguas "Biografías" como las de las tumbas de Metyen y Pehernefer; algunos de los estandartes de las vasijas Objeto-D, en las barcas y algunas de las que se han intentado interpretar como proto-nomos o emblemas de linajes de gobernantes tales como Cazadores-, Campo de batalla-, Toro-, paletas de Narmer y de Escorpión y cabezas de maza de Narmer). Esto dependería de la localización estratégica de los primeros asentamientos que puede ser explicada por la presencia de recursos fácilmente accesibles (minerales en el desierto como en Nubt y Nejen, tierras inundadas por la crecida, como en Abidos) factores que podemos asumir que continúan resultando relevantes en los siguientes períodos; la importancia religiosa/cultural de los asentamientos y cementerios de los antiguos jefes locales podría ser otra razón por la que los posteriores (Nomos-)capitales se levantaron cerca o sobre los antiguos.
La escasez de datos de los centros urbanos protodinásticos en el Valle del Nilo es además una importante y frecuente carencia en nuestro conocimiento de ese período.

La reconstrucción de Dreyer [in: Umm el-Qaab I, 1998, 173-180; id., in: SDAIK 28, 1995] de una posible línea de 15 gobernantes del temprano Naqada IIIA1 al tardío IIIA2 (nueve reyes antes y cinco después de Escorpión I; cf. infra, tabla 1) es todavía una tentativa y necesita ser contrastada con mayores evidencias; este es el argumento central para la historia de este período y es el objetivo final de la discusión.

 

La teoría de Dreyer está basada en la interpretación de dos fuentes principales: los relieves de tres fragmentos de estatuas conocidas como los "Colosos de Koptos" y los jeroglíficos de la Paleta de Tehenu; otras confirmaciones de los nombres reales podrían ser algunas de las inscripciones de las vasijas y etiquetas de la tumba U-j. 

Min Colossi from Coptos in Ashmolean Mus. (2) and Cairo Mus. (1)Las colosales estatuas representando a Min, de piedra caliza, fueron halladas por Petrie en el Templo de Koptos en 1694; quedaron fascinados son la técnica del martilleado usada (no cincelado) y representan al dios, en pie, con el falo erecto; sólo el torso y parte de las piernas se ha conservado, la cabeza de una de las estatuas se encuentra en Oxford, aunque se encuentra casi por completo desgastada; en estas estatuas hay algunos signos en relieve que muestran animales, plantas, conchas y estandartes.

En un artículo publicado en 1988 [JARCE 25, 35-60], B. Williams sugirió la presencia de un trazo fragmentado del nombre de Narmer en las estátua que se encuentra en El Cairo; esto proporcionó una importante clave sobre a la tan disputada cuestión como era la fecha de datación de las estátuas (que en el pasado se habían considerado pertenecientes desde el Predinástico al Primer Período Intermedio de acuerdo con las opiniones de diferentes Egiptólogos). [Para la reconstrucción de los Colosos y el templo, ver esta página en el website del  Petrie Museum: Digital Egypt].

 

En 1995, Dreyer (loc. cit. supra) propuso que los graffiti de las estatuas eran los nombres de antiguos gobernantes, y Narmer fue el último en hacer grabar su nombre en esas estatuas; por tanto, los colosos probablemente puedan ser datados como anteriores a su reinado bajando hasta Naqada IIIa, y los signos grabados en ellas podría ser, quizá, algo similar a una lista de reyes. Debo avisar que el Nar-pez y el Mer-cincel están muy fragmentados -sólo se conserva el final de la izquierda- y, como se ha sugerido por Kemp, el signo superior es más identificable con la cola de un ave que con el Nar pez-gato, por lo que sugiere un halcón en una percha o en un estandarte [cf. B.J. Kemp, CAJ 10.2, 2000, 211-242, fig. 10; H. Goedicke, MDAIK 58, 2002, 253].

Basándose en el lugar y superposición respectivos de los signos en los colosos, Dreyer parece haber encontrado una posible secuencia de los distintos estadios en que los graffiti fueron grabados.

TABLA 1 - Sucesión de Abidos "Dinastía 00-0" (G. Dreyer)

Estatuas de Min Coptos

Tomb U-j Abidos
Paleta de Tehenu
Otros
Secuencia
de Gobernantes
 

Oryx estandarte

      Oryx estandarte

Concha

Concha

    Concha
 

Pez

    Pez

Elefante

Elefante
    Elefante

Toro

   
Toro (W-ware)
Toro
 
(Bucranium estandarte?)
    (= Bucranium estandarte ?)

Cigüeña

Cigüeña

(?)
    Cigüeña

Cánido

Cánido
    Cánido
 
Bucranium estandarte (^)
    Bucranium estandarte (^)
 

Es

corpión I
    Escorpión I
 

Halcón

Halcón
(= MMA paleta ?)
Halcón (I)

Min estandarte + planta

   
tinta sobre jarras cilíndricas decoradas
Min estandarte + planta
   
N.2 (perdido)
  ?
   
N.3 (Halcón II?)
  ? (Halcón II)
León  
León
León en la
Paleta de  los cazadores
[?]
León
   
Doble Halcón
grabado en jarras
Doble Halcón
         
   
.........
  .........
         
     
Iry-Hor (B1/2)
Iry-Hor
     
Ka (B7/9)
Ka
   
Escorpión II
Escorpión cabeza de maza
Escorpión II
Narmer    
Narmer (B17/18)
Narmer

Lista de gobernantes de  Tinis/Abidos* del período Naqada IIIA1-principios de IIIC1 reconstruída por G. Dreyer (cf. supra) en Umm el-Qaab I, 1998, p. 178

* Esta tabla sólo tiene en cuenta la línea gobernante de Tinis/Abidos del período Naqada III; los reyes cuyos serejs han sido hallados sólo en otro lugar (como Hedy-Hor, Hat-Hor, Ny-Hor, Pe-Hor, Ny-Neith, Dyehuty-Mer/Halcón-cincel, Cocodrilo y varios otros) han sido excluídos. Al respecto, en opinión de Dreyer (en lo que no todos los académicos se encuentran conformes) ese Escorpión II fue también originario del nomo Tinita. Cf. DINASTÍA 0  para información detallada de esos gobernantes de Naqada IIIB (IIIb1-2).

Para conocer la principal opinión contraria a la reconstrucción de Dreyer (presentada en: "Die Datierung der Min-Statuen aus Koptos", in: Kunst des Alten Reiches = SDAIK 28, 1995, 49-56, Pl. 9-13; y en "Umm el-Qaab I", Mainz 1998, p. 173-180), ver B.J. Kemp's (et al.) artículo: "The Colossi from the Early Shrine at Coptos in Egypt" in: CAJ 10/2, 2000, 211-242.

Para una aproximación léxico-gramatical-iconográfica a esas inscripciones, ver: A. Anselin, "Notes pour une lecture des inscriptions des Colosses de Min de Coptos", en CCdE 2, 2001, 115-136 (Descargar en Formato PDF en este sitio).

 

En la época más temprana del período que nos ocupa, fueron adoptados otros dispositivos iconográficos para expresar la idea de soberanía, pero todavía no hemos sido capaces de detectarlos con plena confianza.

Seguramente, uno de esos símbolos era el cetro: cetros Heka fueron hallados en  el cementerio U de Abidos (tumba U-547, U-j) y una paleta de el-Amrah de la época de Naqada IID hallada en la tumba B62 (en Londres, BM 35501) fue decorada con un "emblema-Min" sobre el cetro Heka en relieve: ¿quizá el nombre de un jefe local?.

 

Gallery of decorated knife-handles, mace-heads, combsOtro elemento que precede al serej  (y en parte coexistente con él, como en la Baja Nubia) era la roseta; el símbolo aparece desde finales de Naqada II en impresiones de sellos [cem. U: Dreyer, op. cit., 1998, fig. 72c], mangos de cuchillos de oro y marfil, un peine de marfil, la cabeza de maza de Escorpión II y los 24 quemadores de incienso de la tumba 24 de Qustul. La roseta/flor/estrella/ ha sido conectada por H.S. Smith al concepto de realeza (divina) y a inscripciones Sumerias y especialmente Elamitas [id., in: Friedman-Adams eds., The Followers of Horus, 1992, 235-246]. 

B. Kemp también ha individualizado otros "signos de control" (al final de las filas de animales o de algunos mangos de cuchillos) relacionados posiblemente con la realeza o a otros grupos e instituciones sociales.

La "lectura" de varios proto-jeroglíficos como aquellos grabados o pintados en las jarras y etiquetas de la tumba U-j, en impresiones de sellos, en los Colosos de Koptos, en las paletas y los mangos de cuchillos decorados, es todavía un enigma; pero como el número de hallazgos se ve incrementado con nuevos descubrimientos, se esperan obtener más claves para descifrar su verdadero propósito y significado.


Una vez más debo hacer hincapié en el papel central que juega el cementerio U de Abidos (especialmente por la importancia de los hallazgos in situ que pueden proporcionar medios de datación de objetos ya conocidos de procedencia desconocida y de los que todavía no ha sido posible datar)[cf. G. Dreyer, in: C. Ziegler (ed.) "L' Art de l'Ancien Empire ègyptien..." 1999, 195-226; H. Whitehouse, in: MDAIK 58, 2002]; el cementerio U comenzó a ser utilizado en Naqada I pero no llego a ser lugar de enterramiento de la élite local sólo a finales de Naqada IIId; los primeros (anónimos o sencillos) serejs conocidos en Egipto provienen de principio de las tumbas U-s y U-t del período Naqada IIIa, que se hallan a unos 40-50 metros al Noroeste de las cámaras B1-2 de Iry Hor; igualmente, las recientes excavaciones en lugares del Delta y en Hierakómpolis tienen un papel fundamental, por la revisión, sistematización y publicación de antiguos materiales y excavaciones no publicadas.

 

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La Paleta de Tehenu (o Paleta de las ciudades) de El Cairo, (C.G. 14238), muestra tres registros con filas de animales domésticos y un cuarto registro inferior con plantas (árboles) y el jeroglífico de lanzar el palo en un óvalo (que significa "lugar", "región", isla"), por tanto, un topónimo de Libia o del Delta Occidental (THnw, Tehenu). La cara principal de la paleta es de gran importancia, muestra los pies de varias personas y debajo de la línea de registro, dos hileras de cuatro y tres grupos respectivamente; cada grupo está constituido por un animal asiendo la azada Mer en el almenado muro de una ciudad; el nombre de cada ciudad está escrito dentro del muro [ver mi Corpus de Paletas Decoradas Predinásticas].

Desde la publicación de la Paleta (de procedencia desconocida pero se dice que es de Abidos) la acción de los animales (interpretados como aspectos de la realeza o como verdaderos reyes) se dijo que fue destructiva; pero comparando el uso de la azada de la cabeza de maza del rey Escorpión II, Nibbi (1977) y Wildung (1981) cambiaron la interpretación general, proponiendo que implicaba una acción constructiva, concretamente la fundación de las ciudades nombradas en la paleta (también es discutida y permanece bajo debate la misma interpretación que se da a la Cabeza de maza ritual del rey Escorpión II, es decir, la fundación de un templo o la inauguración de una red de canales). 

 

Barta y más recientemente Dreyer, han rechazado este punto de vista; Dreyer interpreta los nombres sobre los muros de las ciudades como nombres de reyes de las Dinastías 0 y 00 :León, Escorpión (II) y Doble Halcón (de izquierda a derecha, fila inferior) y Halcón, [¿Seth?], Halcon (?), [perdido] (fila superior).

 

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El arqueólogo alemán enfatizó que la paleta es muy similar en carácter (estilo en los relieves, líneas de registro, jeroglíficos) a la Paleta de Narmer, podría ser del reinado del rey Escorpión II, un cercano predecesor de Narmer (cuyo nombre, de hecho, no aparece en la paleta); el rey Escorpión aparece en una posición preeminente, en el centro de la fila inferior; los otros gobernantes son antiguos predecesores del Escorpión II de la línea real de la Dinastía 00-0 de Abidos (?).

 

Halcón (ver tabla supra) fue posiblemente el seguidor del propietario de la tumba U-j, Escorpión I; Dreyer teoriza sobre que el nombre de Halcón también aparece en el serej de la Paleta del Metropolitan Museum (MMA 28.9.8; cf. TM 3, fig. pag. 28). El relieve de una vasija de alabastro proveniente de Hierakómpolis mostrando un fresco de halcones y escorpiones fue quizá un tributo otorgado por el rey Halcón a su propio padre Escorpión I [Quibell-Green, Hierakómpolis I, pl. 19.1]. El rey Leon es, en opinión de Dreyer, nombrado en una impresión de sello de Mashana; Dreyer piensa que muchos de los nombres reales de ese período (desde el rey Elefante) aparecen en las propiedades/dominios de los nombres reales: así, un árbol detrás de un león significaría "la plantación del rey León" (o propiedad; en el período Dinástico hay cantidad de ejemplos de nombres de lugares nombrados después de nombres de reyes o después de nombres de campobatalla1.gif (58293 bytes) dominios reales). El mismo autor señala que el león en la paleta del Campo de batalla era este mismo Rey León, de la misma forma que la Paleta de Toro debe mostrar un (posterior) rey Toro (Toro II, disntinto del Toro I identificado en los Colosos de Koptos).

 

Los dos halcones en los estandartes podrían referirse a Doble Halcón: esta es una de las primeras manifestaciones de los conocidos serejs, en los inicios de Naqada IIIB (Dinastía 0); es conocido en el Sur de Palestina, Sinaí, Delta Oriental, región Menfita (Tura) y en el Alto Egipto (Abidos, Adaima); no todos los académicos están conformes en la interpretación de sus serejs (con diferentes variantes gráficas: cf. F. Raffaele, op. cit.; id., Dinastía 0; id., TM 2, fig. pag. 29, n. 8-12) en el sentido de un título real de un único gobernante.

 

naqada3c1plover.jpg (11623 bytes) Dreyer ha establecido que, dada la referida manufactura de la Paleta de Tehenu del período tardío de la Dinastía 0 (que, en mi opinión, es de hecho posterior a las paletas del Campo de batalla y la del Toro pero anterior a las Paletas Plover y de Narmer), nunca podría ni celebrar ni narrar la fundación de las ciudades por esos reyes: la ciudad de Herón (Dyebauty), probablemente Buto, que actualmente está siendo excavada por T. Von der Way, fue fundada mucho antes del período de Naqada IIIA. Por lo tanto, las acciones de las entidades reales que se muestran en la paleta podrían ser fundación de fortalezas en los respectivos centros (por ejemplo el caso de Elefantina), o más probablemente mostrase la (¿simbólica?) destrucción de los centros después de la derrota de los Reyes del Sur; este expansionismo militar progresivo y la sumisión del Delta por los soberanos Tinitas, de la que se hacen eco las escenas de batallas y de sus consecuencias representadas en las paletas y marfiles de Naqada III, fue probablemente un escenario relativamente común hasta la unificación de la ciudad (cf. M. Campagno 2002). Como se ha mencionado más arriba, y siempre con las debidas precauciones, puede suponerse que un paralelo patrón de guerra podría haber sido seguido por los reyes de la Dinastía 00-0 con respecto a sus antagonistas de Nubia; quizá también en el Delta, el declive de Maadi-Buto no sucedió (Naqada IIC-D) sin que tuviese lugar algún conflicto; la colonización de EB I Canaán es en cambio un suceso distinto (aunque algunos académicos hipotetizaron, en el pasado, sobre masivas intervenciones militares de los egipcios en esa zona): la diferencia entre Egipto y Canaán en esa época era demasiado grande para favorecer la creencia de una posible rivalidad entre ellos; los egipcios no debieron encontrar resistencia a la hora de llevar a cabo infiltraciones en esos territorios, contribuyendo a su evolución a través de la Urbanización EB II  [cf. el interesante y todavía válida síntesis 'The relations between Early Bronze I age Canaanites and Upper Egyptians' by Branislav Andelkovic, 1995].

 

TERCERA PARTE- CONCLUSIONES

 
La cantidad de datos sobre los estados regionales predinásticos está rápidamente incrementándose en las últimas décadas. Estoy seguro de que nuestro conocimiento de muchos de los aspectos de esta fase de la proto-historia egipcia está aumentará considerablemente en los próximos años. Una vez, el período Tinita (Dinastía I-II) fue considerado el huevo del cual nació y se desarrolló el Egipto Dinástico; pero, además, como hemos visto, también y durante el tardío Geerzense (Naqada IIID) y Naqada III (Petrie's Semainean) podemos encontrar claros signos de las peculiaridades que marcarán el futuro estado Dinástico. 

Nos hemos acercado muy deprisa a varios de los aspectos del Egipto Predinástico y a los años de los reyes más antiguos de Egipto y de toda la humanidad. He tratado de demostrar de qué modo los poblados neolíticos adquieren más y más aspectos de unidades asociativas complejas para finalmente llegar a se estados regionales gobernados por los líderes primordiales de la Dinastía 00, en la que he centrado el debate. Muchos factores contribuyen a la constitución de la tradición del Egipto Dinástico. La realeza, los cánones de las artes (las normas del concepto de J. Baines sobre el decorum), las creencias religiosas, filosóficas y funerarias se manifestaron por primera vez, durante y poco después de la Dinastía 00 (Estatuas del cementerio U de Abidos); el temprano Naqada III nos proporciona el enlace entre las más igualitarias y menos desarrolladas sociedades de los períodos previos y el levantar de los reyes guerreros que abrieron el paso al Estado de las Dinastías 0-2.

La civilización que se desarrolló en ese período, a través del reinado de "Menes" hasta la era de las grandes pirámides, vio grandes transformaciones y logros, oscuros años de crisis, brillantes reiteraciones; pero a lo largo de esas fases la continuidad de lo subyacente y de los elementos arquetípicos de la "cultura Dinástica" pueden ser probados como yo he tratado de hacer en este artículo; la Dinastía "00" y"0" son metafóricamente las piedras angulares de ese magnífico monumento que fue el Antiguo Egipto; quizá hay más partes oscuras bajo las arenas, no tan evidentes como las "construcciones" sobre ellas del Antiguo y Nuevo Imperio, pero, al final, mucho más fascinantes y misteriosas. ¡Son valiosas claves para entender cuándo, cómo y por qué todo comenzó!.

NOTA (del autor)
La mayoría de esta página fue (originalmente) parte de mi artículo (en impresión-la traducción francesa) en: TM 7, 2002
Sin embargo, esta página ha sido (y será) actualizada, modificada y ampliada. Francesco Raffaele, 2002
El copyright de las imágenes pertenece a las respectivas editoriales y autores.

NOTA del traductor

El copyright de las siguientes imágenes pertenece a Egiptomania.com ©:  

Paleta de Tehenu (Museo Egipcio de El Cairo)

Paleta de Narmer (Museo Egipcio de El Cairo)

Paleta del Campo de Batalla (Museo Británico)

Paleta de Plover (Museo Egipcio de El Cairo)

Paleta del periodo Naqada IIIa-b (Museo Egipcio de El Cairo)

  

 

-Bibliografía esencial (estudios recientes)-

 

J. Baines, Origins of Egyptian Kingship, in: D. 'Connor - D. Silverman (eds.), Ancient Egyptian Kingship 1995, 95-156

K. Bard, The Egyptian Predynastic: A review of the Evidence, JFA 21/3, 1994, 265-288

K. Cialowicz, La naissance d'un royaume, Krakow 2001
G. Dreyer, Umm el-Qaab I, Mainz 1998

F. Hassan, The Predynastic of Egypt, JWP 2, 1988, 135-185

S. Hendrickx, Arguments for an Upper Egyptian Origin of the Palace-Facade and the Serekh during Late ..., GM 184, 2001, 85-110

M. Hoffman, Egypt before the Pharaohs, New York 1979 (1990²)

W. Kaiser, Einige Bemerkungen zur ägyptischen Frühzeit, ZÄS 91, 1964, 86-125

id., Zur Entstehung des gesamtägyptischen Staates, MDAIK 46, 1990, 287-299

F. Raffaele, Early Dynastic Egypt (Internet site) http://xoomer.virgilio.it/francescoraf/

id., La fin de la période pré-dynastique et la Dynastie 0, TM 1, 2001, 20-23; TM 2, 2002, 26-29; TM 3, 26-29

A.J. Spencer (ed.), Aspects of Early Egypt, London 1996

J. Vercoutter, L'Egypte et la vallée du Nil, vol. I, Paris 1992

S. Vinci, La Nascita dello stato nell' Antico Egitto: La Dinastia "Zero", Bologna 2002

T.A.H. Wilkinson, Early Dynastic Egypt, London/New York 1999

id., Political Unification: towards a reconstruction, MDAIK 56, 2000, 377-395.

_________

Texto © Francesco Raffaele, 2002
Images © of the respective authors (*)

Traducción © Teresa Soria Trastoy, Nov. 2002

* Ver imágenes © Egiptomania.com
_________

 

TABLA 2 - Naqada I-principio IIIc1 Cronología
Período - años Fase (Kaiser) Tumbas - tipo de objetos- Gobernantes Paletas
Amratiense
(c. 3900)
Naqada Iabc, IIa Abidos tumba U-239
Hierakómpolis Loc. 6, tumbas 3, 6

Cerámica de la clase B, P, C 
Primeras paletas romboidales, no decoradas o con dibujos incisos
Geerzense (c. 3600) Naqada IIb Cerámica decorada (clase D)
Naqada tumbas 1411, T4
Gebelein ropa pintada (IIc?)
De figuras romboidales a fusiformes, con apéndices y cabezas de animales en los bordes

D
I
N
A
S
T
I

A

0 0

Naqada IIc/d1,2 Cerámica con asas ondulada (clase W)
Brooklyn, mangos de cuchillos Carnarvon (Naqada IIc-IIIa)
(NOTA: Abu Zeidan t.32, que contiene el mango de cuchillo Brooklyn knife-handle, data de principios de Naqada III)
Hierakómpolis tumba 100
.
A
bidos tumba U-q, U-547; mango de cuchillo en tumba U-503 y fragmentos de la U-127
Paletas zoomorfas (peces, tortugas, mamíferos)
Ostrich Paleta
Gerzeh Paleta
  Min Paleta
Predinástico tardío
(c. 3300)
Naqada IIIa1,2 Hierakómpolis Loc. 6, tumba 11
Abidos cementerio real U (cf. TABLA 1)
Abidos tumba U-j: Escorpión I
Louvre Paleta
Oxford Paleta
Paleta de los cazadores


D
I
N
A
S
T
I
A


0

Naqada IIIb1 Seyala tumba 137.1; Qustul tumba L24
Horizon A
Serejs anónimos, Doble Halcón,
Ny-Hor, Pe-Hor, Hat-Hor, Hedy-Hor; (Iry-Hor)

Gebel Sheikh Suleiman graffito
Hierakómpolis Loc. 6, tumba 10
Metropolitan Mus. Paleta
Paleta del Campo de batalla
Bull Paleta
Tehenu Paleta
Plover Paleta
Narmer Paleta
(fin del reinado de Narmer c.3000)
Protodinástico
(c. 3150-3000)
Naqada IIIb2/c1 Horizon B
Tarkhan Cocodrilo, Hk (?) Escorpión II, Abidos: Iry Hor, Ka, Narmer
Hierakómpolis Loc. 6, tumba 1

 

 

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