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Aspectos religiosos de la momificación - El Mito de OsirisMitología y religión egipcias: momias, dioses, ritos, mitos, leyendas, costumbres funerarias...

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El Mito de Osiris

 

La mayoría de prácticas funerarias egipcias se basan en el mito que presentamos a continuación, por tanto, a modo de introducción, veamos cómo adaptaron los rituales a sus creencias teológicas:

 

Nut, esposa de Ra, mantenía relaciones con Geb, fruto de las cuales la diosa quedó embarazada. Al descubrir su marido la infidelidad maldijo al niño, condenándolo a no nacer ningún día de ningún mes de ni ningún año. Nut imploró ayuda al dios Toth que se las ingenió para ganarle a Silene (la diosa luna) una porción de su luz, con la que pudo añadir 5 días a los 360 que tenía el año.

 

De esta forma pudieron nacer Osiris, Horus, Set, Isis y Neftis. Osiris y su esposa Isis gobernaron Egipto muy sabia y justamente, pero su hermano Set se alió con la Reina de Etiopía y 72 conspiradores más, ordenó hacer un cofre con las medidas exactas del rey Osiris y celebró un gran banquete al cual asistieron todos. Al final de éste Set trajo el cofre diciendo que sería de aquel que cupiera dentro. Nadie, excepto Osiris pudo meterse. Una vez dentro los traidores clavetearon la tapa y la sellaron con plomo fundido. El cofre fue abandonado en la desembocadura del Nilo.

 

Al enterarse Isis se vistió de duelo y se cortó un mechón de pelo. Inició la búsqueda preguntando a todo hombre y mujer, hasta que un día, unos niños que jugaban en la orilla del río le dijeron que habían visto a su hermano Set lanzando un cofre al agua.

 

La reina (Isis) utilizó sus poderes para descubrir el emplazamiento exacto. Se hallaba en Byblos[1]. Las olas lo habían arrastrado hasta un arbusto tamarisco[2] que con el tiempo llegó a convertirse en árbol. El rey de aquella región, maravillado, lo mandó talar y lo utilizó como pilar de su palacio, donde Isis entró a servir de nodriza de uno de los niños de la reina Astarte. Sometía a la criatura a extrañas prácticas durante la noche. A ésta le llegaron comentarios de las doncellas de los extraños ritos y una noche irrumpió en la habitación mientras Isis los efectuaba. Entonces la mujer de Osiris reveló su identidad y reclamó el tronco. Volvió a Egipto donde abrió el cofre y lloró amargamente la muerte de su marido. Pero, entonces, se acordó de su hijo Harpócrates (Horus el niño) al cual había dejado en Buto[3] y, ocultando el cofre retomó la búsqueda de su hijo.

 

Mientras, Set descubrió el cofre, y furioso despedazó en catorce trozos el cadáver y los esparció por todo el país. Al ser descubierto el ultraje por Isis volvió a buscar el cuerpo de su difunto marido y consiguió reunir todos los pedazos exceptuando el pene que había sido devorado por un pez del Nilo. Para reemplazarlo la diosa creó uno artificial y sobrevolando el cadáver mientras recitaba unas palabras mágicas junto a su hermana Neftis le consiguió devolver la vida.

 

Horus, ya adulto, incitado por Osiris que regresó del Duat[4], luchó contra Set, intercalándose las victorias entre ambos. Una vez que Set cayó prisionero se le encomendó su guardia y custodia a Isis, pero, sorprendentemente ésta lo dejó marchar. Fue tal la ira de Horus que, según unas versiones, le arrebató la corona a su madre y el dios Toth le regaló como compensación un casco en forma de cabeza de vaca. Otras dicen que la decapitó y que Toth se la volvió a pegar en forma de la de una vaca.

 

Narra el mito que aún hoy en día continúan luchando tío y sobrino y que hasta que Horus no gane a su enemigo Osiris no volverá a la tierra y gobernará Egipto.

 

            A través de este mito podemos establecer unas correspondencias entre el propio mito y algunas de las creencias funerarias del Antiguo Egipto. Sin analizarlo en profundidad destacan las siguientes, que hemos recogido en forma de tabla por quedar mejor reflejado:

 

Mito del nacimiento de los hijos de Nut

Será el que adapte el calendario egipcio para que se corresponda con el año natural.

Cofre con las medidas exactas

Precursor del sarcófago antropomorfo.

Esfuerzos realizados por la diosa Isis para recuperar el cuerpo de su difunto marido

Denota la importancia que tenía para los egipcios el hecho de tener una sepultura digna.

La necesidad de que el cuerpo estuviera intacto

Corresponde a la creencia que la inmortalidad no es posible si el cuerpo no se conserva en perfecto estado.

Palabras recitadas por Isis

Futuro ritual de apertura de la boca

Arrebato de Horus que causa la perdida de la corona/cabeza a Isis

Explicación de la simbología con la que la diosa iba a ser representada en numerosas ocasiones.

Falo artificial para reemplazar el devorado

Esta parte del mito propició, probablemente, la aparición a partir de la XXI dinastía de ojos artificiales, así  como las diversas prótesis que se implantaban a los cadáveres que habían sufrido algún tipo de mutilación.

 

5.2.2.Libro de los Muertos

 

A continuación encontramos una de las numerosas fórmulas y oraciones que el individuo tenía que recitar en su camino hacia el Más Allá.

 

Fórmula para no dejar que el cuerpo sucumba.[5]

 

Palabras dichas por N.[6]:

 

“¡Salve, Osiris, padre mío! He venido a cuidar de ti para que así tú cuides mi cuerpo que aquí está. Estoy intacto como mi padre Khepri, eso es, (soy) uno de los que se parecen a aquel que no muere nunca. ¡Ven, entonces! Mi aliento supera (al) tuyo, señor del aliento, más prestigioso (que) tus semejantes, y (hasta) soy más duradero que tú. Has hecho de mi un poseedor de sepultura (y) me has hecho acceder al País de la Eternidad, como hiciste con tu padre Atum, gracias a lo cual su cuerpo no conoció la putrefacción, porque así es quien no sufre nunca destrucción.

 

No hice nada que te fuera odioso. Por eso, pueda tu ka quererme, que no me rechace. Tómame en tu séquito y (no permitas) que se pudran mis miembros como has tolerado (que se pudrieran los de) no importa que dios, ni que diosa, ni que cuadrúpedo o serpiente, que acaban de sucumbir y el alma de los cuales se escapó después de la muerte, (pero el cuerpo de los cuales) se corrompe después de haber muerto. ¡El cuerpo se descompone, sus huesos, en su totalidad, se desintegran, (¡oh!) destructores de cuerpos, que destrozáis los huesos, que convertís la carne en un líquido fétido! (El cuerpo) huele, se descompone, se transforma en innumerables gusanos que en su totalidad: (he aquí en lo que) el se convierte cuando va hacia el Ojo de Shu[7] sin importar que haya sido un dios, una diosa, pájaros, peces, gusanos, serpientes, cuadrúpedos (o cualquier otra cosa) en su totalidad.

 

            Por tanto, es por lo que cayeron hacia el suelo cuando me reconocieron: es el miedo (que sienten) de mi lo que les aterra. En realidad, a todo ser humano le ocurrirá así después de su muerte, lo mismo que a no importa que cuadrúpedo, que pájaros, que peces, que gusanos, que serpientes. Los que viven han de morir. ¡Qué los productos de descomposición que pudren todos los gusanos, todos, no me lleguen a la hora de sus apariciones! Tú no me darás a aquel destructor que está a mi gb[8], que destruye los cuerpos, que provoca la descomposición, que está oculto, que hace trozos la multitud de cuerpos, que vive de destruir al (ser) vivo, que cumple su misión, que hace lo que le ha sido ordenado. Tú no me entregarás (a merced) de sus dedos, no tendrá poder sobre mi. 

            Estoy bajo tus órdenes, Señor de los dioses. ¡Salve, Osiris, padre mío! Tú tuviste tu cuerpo, no te corrompiste, no te dejaste convertir en gusanos, no te pudriste, no oliste, no te podriste ni te convertiste en gusanos. Soy Khepri, tengo mi cuerpo para la Eternidad, no me he corrompido, no me he descompuesto, no me he podrido, no he sido convertido en gusanos, no he ido hacia el Ojo de Shu. Poseo mi ser, estoy bien vivo, estoy firme, me he despertado en paz, no me he descompuesto, no he sido destruido en mis vísceras, no he sufrido daños, mi ojo no se ha descompuesto, los huesos de mi cráneo no se han disgregado, mis orejas no se han vuelto sordas, mi cabeza no se ha separado de mi cuello, mi lengua no ha sido arrancada, no se me ha cortado el pelo, mis cejas no han sido afeitadas, no me ha ocurrido ningún daño espantoso. Mi cuerpo es duradero, no morirá, no desaparecerá en la tierra, nunca.

 

Esta fórmula es un claro ejemplo del rechazo que los egipcios sentían, si no hacia la muerte, si hacia sus consecuencias. Forma parte del “Libro de los muertos” que son un conjunto de textos de carácter funerario de diversas épocas que contienen fórmulas mágicas, himnos y oraciones que guiaban y protegían el alma durante su viaje al Amenti[9]. Estas inscripciones provienen de la evolución de los “Textos de las pirámides” los cuales fueron grabados en las tumbas, tanto de reyes como de nobles. Los primeros se localizan hacia la VI dinastía[10] del Imperio Antiguo, como por ejemplo los que encontramos en la pirámide de Unas. Este “documento” no se realizó en una única fase, constituye una serie de recopilaciones realizadas por sacerdotes de diferentes épocas, a lo largo de las cuales se fueron agregando nuevos rituales, es decir, el Libro de los Muertos es la recapitulación que realizaron los sacerdotes, a lo largo de la historia egipcia, de los textos funerarios.



[1] Nombre de ciudad.

[2] Nombre dado a los árboles del género Tamarix, de hojas en forma de escama y flores pequeñas en racimos espiciformes, que crecen en terrenos salinos húmedos.

[3] Nombre de ciudad.

[4] Mundo subterráneo que tenía que recorrer el difunto en su viaje por el Más Allá.

[5] A pesar de que extraje el texto del libro de Lara y Peinado tiene algunas modificaciones, pues lo traduje primero al catalán y al volverlo a pasar a español, a pesar de que considero que la traducción es lo suficientemente exacta como para no diferir del original en cuanto a significado, puede que encontremos algunos calcos del catalán no presentes en el texto del cual lo obtuve.

[6] La “N” se sustituye por el nombre del fallecido.

[7] Deidad cósmica presente en los textos de las pirámides, donde personifica el aliento del difunto, el aire.

[8] Palabra que aparece sin traducir. Según el contexto podría referirse al jeroglífico “gbA” que significaría “a mi lado”. Traducción realizada por Juan de la Torre Suárez).

[9] Vocablo egipcio que designa Occidente. Designa también la morada de los muertos, lugar que se sitúa en el Sol poniente

[10] Período comprendido entre el 2345 i el 2181 a.C. aproximadamente.


Autora: Anna Mañes

 

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