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Técnicas de momificación y ritualesMitología y religión egipcias: momias, dioses, ritos, mitos, leyendas, costumbres funerarias...

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Técnicas de momificación y rituales

 

La mayor fuente de información que ha llegado hasta nuestras manos se trata, sin duda, de la recogida por el pseudo historiador griego Heródoto y la complementación realizada por Diodoro de Alejandría que nos describe también el proceso añadiendo algunos datos.

 

Heródoto narra el proceso de la siguiente manera:

 

“Por lo que respeta al duelo y la sepultura, es costumbre que al morir algún sujeto de importancia, las mujeres de la familia se empasten de barro la cara y la cabeza. Así desfiguradas y desceñidas, y con los pechos descubiertos, dejando en casa al difunto, van girando por la ciudad con grandes lloros y golpes en el pecho, acompañadas en comitiva por toda la parentela. Los hombres de la misma familia, quitándose el cíngulo, forman también su coro plañendo y llorando al difunto. Concluidos los clamores, llevan el cadáver al taller del embalsamador.

 

Allí tienen oficiales especialmente destinados a ejercer el arte de embalsamar, los cuales, al llevarles en cadáver, presentan a los conductores unas figurillas de madera, modelos de su arte, las cuales, con sus colores, muestran al vivo un cadáver embalsamado. La más meticulosa, dicen ellos mismos, es la del sujeto el nombre del cual no me atrevo ni considero lícito publicar[1]. Enseñan después otra figura inferior en mérito y menos costosa, y por fin una tercera más barata y ordinaria, preguntando de qué manera, y según qué método, desean que se trate el muerto; y después de entrar en tratos y cerrado el contrato, se retiran los conductores. Entonces, quedando a solas los artesanos en su oficina, ejecutan de la siguiente manera el tratamiento de primera clase. Empiezan introduciendo por la nariz del muerto unos hierros encorvados, y después de extraerle el cerebro, introducen sus drogas e ingredientes[2]. Abren después la zona abdominal con una piedra de Etiopía aguda y cortante, sacan por allí los intestinos,  purgando el vientre, lo lavan con vino de palma y después con aromas molidos, llenándolo después de finísima mirra, de casia, y de variedad de aromas, de los cuales exceptúan el incienso, y cosen por último la abertura[3]. Después de estos preparativos adoban secretamente el cadáver con natrón durante setenta días, único plazo que se concede para mantenerlo oculto, después se faja, bien lavado, con ciertas vendas cortadas de una pieza de finísimo lino, untándolo al mismo tiempo con aquella goma de la que se sirven comúnmente los egipcios en vez de cola. Vuelven entonces los parientes del muerto, toman la momia, y la encierran en un nicho o caja de madera, la parte externa de la cual tiene la apariencia de un ser humano, y así guardada la depositan dentro de una habitación, colocándola de pie y acercándola a la pared. Este es el método más exquisito para embalsamar los muertos.

 

Otra es la forma con la que preparaban el cadáver los que, contentos con la medianía, no les gustaba tanto lujo y meticulosidad en este punto. Sin abrirle el vientre ni extraerle el intestino, mediante unos  clísteres[4] llenos de aceite de cedro, se lo introducen por el orificio del ano, hasta llenar el vientre con este licor, teniendo cuidado de que no se derrame y vuelva a salir. Lo dejan durante los días acostumbrados, y el último día extraen del vientre el aceite, la fuerza del cual es tan grande que arrastra a su paso las tripas, intestinos y entrañas, ya líquidas y deshechas. Consumida la carne por el producto sólo queda del cadáver la piel y los huesos; sin preocuparse de nada más se restituye la momia a los parientes.

 

En el tercer método de adobamiento, que suele ser utilizado por los que tienen menos recursos, se limpian las tripas del muerto a fuerza de lavativas de syrmaia[5], se adoba el cadáver durante los setenta días preestablecidos, devolviéndose después al que lo llevó para que lo regrese a su casa.

 

Por lo que respecta a las madres de los nobles y a las mujeres bellas, se toma la precaución de no entregarlas en seguida para embalsamarlas, sino que se difiere hasta el tercer o cuarto día después de su muerte. El motivo de esta dilación no es otro que impedir que los embalsamadores abusen criminalmente de la belleza de las difuntas, como sucedió, por lo que cuentan, con uno de estos inhumanos, al que se le llevó una de las recién muertas, según se supo por la declaración de un compañero.”

 

Diódoro nos describe así la momificación:

 

"Cada vez que muere alguien sus parientes se ungen la cabeza de barro, deambulan por la ciudad entre lamentos, hasta que el cuerpo recibe sepultura. No sólo eso, durante este tiempo no se bañan, no beben vino, no comen[6] y no se visten con ropa de colores vivos. Existen tres clases de entierros, el más caro, el mediano y el más humilde. Si se opta por el primero, dicen que el precio es de un talento de plata, el segundo, veinte minas, y si se escoge el tercero dicen que el precio es muy bajo. Los hombres que se ocupan de los cuerpos son hábiles artesanos que reciben todos sus conocimientos profesionales de sus antepasados, ya que es una tradición familiar; estos exponen a los parientes del difunto una lista de precios de cada producto utilizado para el entierro i les preguntan de qué manera desean que se trate el cuerpo. Cuando llegan a un acuerdo para cada uno de los detalles, se quedan con el cadáver y lo confinan a unos hombres designados para tal servicio, especialistas en la materia. El primero es el escriba, como se denomina a la persona que, una vez el cuerpo es depositado en el suelo, señala la longitud que ha de tener la incisión en el lado izquierdo; después otro, llamado el parascytes (cortador), practica la incisión, como la ley ordena, con una piedra etíope y en seguida, echa a correr, y todo los presentes lo persiguen y le lanzan piedras, le insultan, tratando de castigar la profanación que acaba de cometer, puesto que a sus ojos, todo aquel que se comporta violentamente o hiere a otro de la misma tribu merece el odio general. Por contra, los hombres llamados tariqueutas (embalsamadores) son tratados con la mayor consideración y reciben muchos honores, similares a los que reciben los sacerdotes, e, incluso, entran y salen de los templos sin problemas, como si estuviesen libres de toda sospecha. Después de que el cuerpo haya sido abierto, uno de ellos introduce su mano a través de la abertura del cadáver y le extrae todo excepto los riñones[7] y el corazón[8], y otro limpia las vísceras una a una, lavándolas con vino de palma y especias. Generalmente aplican con cuidado al cadáver durante treinta días aceite de cedro y otras preparaciones, después mirra, canela y otras especias que tienen la facultad no solamente de preservar el cuerpo durante mucho tiempo sino también de conferirle un olor agradable. Después de tratar el cuerpo lo retornan a los parientes.”

 

            Ninguno de los dos hace referencia a la destinación de las vísceras. Estas se introducían en los llamados vasos cánopes (en honor al dios Cánopo) y estaban protegidos por los cuatro hijos de Horus, que estaban esculpidos la mayoría de veces en sus tapas. El estómago y el intestino grueso se guardaban en el vaso de cabeza antropomórfica correspondiente a Amset y sus inscripciones pedían la protección de la diosa Isis, además se relacionaba con el punto cardinal del sur; el intestino delgado en el vaso cinocéfalo[9], protegido por el dios Hapi invocaba a la diosa Neftis y se asociaba al norte; en el tercero, de tapa en forma de cabeza de chacal, se introducían el corazón y los pulmones y lo vigilaba Duamutef, lo protegía la diosa Neith y se identificaba con el este; el último vaso, con cabeza en forma de halcón, estaba custodiado por Qebehsenuf y contenía la vesícula biliar y el hígado, estaba protegido por Selkis y se asociaba al oeste. En realidad este intento de asociar un órgano a un vaso no se cumplía siempre y encontramos una gran diversidad de combinaciones, según el autor al cual recurramos. Los vasos, a su vez, podían estar guardados dentro de un cofre que tenía la función de protegerlos e incluso en el interior de nichos construidos para tal efecto. El vendaje es otra de las cosas que quedan un poco en el aire. Al retirarse el cuerpo de su cobertura de natrón se lavaba y rodeaba de multitud de finísimas vendas impregnadas en goma arábiga. El encargado de ejecutar esta tarea era el coacytes. Entre ellas se introducían una serie de amuletos destinados a proteger el difunto, hecho que provocó, a lo largo de muchos años, la violación de tumbas por los busca-tesoros, que destruían las momias en busca de los amuletos y las joyas que llevaban entre el vendaje. El proceso de aplicación de vendas finalizaba con un recubrimiento hecho con vendas de tela más gruesa.

 

            Los oficiantes tenían carácter sacerdotal y recibían el nombre de sacerdotes-ut junto a ellos trabajaba un sacerdote lector, que era el encargado de recitar los pasajes del ritual, como se dice que hizo Isis por vez primera. Entre estos rituales destaca el de la apertura de la boca que consistía en devolver al ser el uso de la boca y otorgarle las facultades por las cuales la vida se manifiesta. En los funerales este rito se efectuaba primero en la sala de embalsamamiento y otra vez antes de sepultar al difunto. Lo dirigían el sacerdote sem, que representaba Horus. Este tocaba el rostro del difunto con una azuela y después con un cincel para devolverle el uso de la boca y los ojos, con lo que podía volver a hablar, ver y comer. Todo esto se acompañaba de la quema de sustancias olorosas (sahumerios), purificaciones rituales, sacrificios y diversos actos que podían variar. Les oraciones recitadas están recogidas en el Libro de los Muertos:

 

Sortilegio 21

 

Para retornar a un difunto los poderes de su boca.

 

¡Salve, oh Príncipe de la Luz, tu que iluminas la Mansión de las Tinieblas, mira! ¡Ante ti llego santificado y purificado! Pero, ¿qué veo? ¡Tus brazos dirigidos hacia atrás repelen todo lo que llega de tus Antepasados! ¡Concede a mi boca los poderes de la palabra, con el objetivo de  que a la hora en la que reinen la Noche y la Niebla, pueda dirigir mi Corazón!

 

Sortilegio 22

 

Para retornar a un difunto los poderes de su boca.

 

He aquí que subo al Cielo del universo misterioso, semejante al Huevo Cósmico rodeado de sus rayos… ¡Qué el poder de mi boca me sea restituido, qué pueda pronunciar ante el Señor del Más Allá las Palabras de Potencia! ¡Qué la súplica de mis dos brazos extendidos con fervor no sea rechazada por las Jerarquías divinas, pues, en realidad, soy Osiris, Señor del Re-stau! Pueda, entonces, compartir la suerte de los que se encuentran en la cima de la Escala celeste. Venido aquí por voluntad de mi corazón; he atravesado el Lago del Fuego, y mi presencia ha apagado sus llamas.

 

Sortilegio 23

 

Apertura de la boca del difunto.

 

            ¡Ojalá pueda Ptah abrir mi boca! ¡Ojalá pueda el Dios de mi ciudad desatar las vendas que cubren mi rostro! ¡Ojalá Toth armado de las palabras de Potencia quite estas nefastas venditas, herencia de Seth! ¡Ojalá pueda Tum lanzarlas a la cara de los enemigos que quieran, con la ayuda de estas venditas, volverme impotente para siempre! ¡Ojalá Shu pueda abrir mi boca con el arma de hierro que abre la boca de los dioses! Porque yo soy la diosa Sekhmet que habita en la región de los Grandes Vientos del Cielo… Yo soy el Genio de la Constelación Sahú en medio de los Espíritus divinos de Heliópolis. ¡Ojalá todos los hechizos dirigidos en mi contra dejen indiferentes y seguros a los dioses y a los Espíritus que los oigan!.

 

            Utilizaban amuletos que creían estaban dotados de poderes mágicos. Encontramos una gran variedad, dependiendo de la época y el status social del individuo. Entre los más significativos destacan los siguientes:

 

· Dyed de oro: Símbolo egipcio representado por una columna vertebral con base y capitel. Representaba la estabilidad y la resurrección de Osiris como gobernante.

 

· Hebilla de cornalina[10]: Estaba asociada a la diosa Isis. Se colocaba en el cuello del difunto después de haber recitado las palabras adecuadas del Libro de los Muertos mientras permanecía sumergido en agua de flores.

 

· Halcón de oro

 

· Collar de oro: Se colocaba rodeando el cuello del difunto y tenía que ayudarlo a librarse del vendaje al resurgir.

 

· Udyat de esmeralda o lapislázuli: Ojo de Horus. Se colocaba en cualquier parte del finito e invocaba la protección del dios y la buena salud. Fue uno de los más populares a lo largo de la historia egipcia. 

 

· Anj: Cruz con asas que simboliza la vida, lo bueno y la belleza.

 

· El escarabajo: Se colocaba en el lugar del corazón para evitar que este pudiera declarar en el Más Allá en contra del difunto. Podía tener escritos capítulos del Libro de los Muertos que habían de proteger al finito. Simboliza el ciclo solar y la resurrección así como al dios Khepra. Estaba asociado a la fuerza de la creación y al ciclo solar.

 

· El tet o nudo de Isis: Representa el arbusto tamarisco del mito osiríaco. Las fórmulas de su hechizo se tenían que recitar manteniéndolo sumergido en agua de flores. Tenía la propiedad de reconstruir el cuerpo en el Más Allá.

 

· Emblemas reales y divinos como el ureo o el tocado de Hathor.       

 

· Estuches de metal que contenían papiros con fórmulas mágicas.

 

Instrumentos y materiales

 

Cásia: Tipo de especia aromática utilizada hoy en día especialmente en cocina. Se obtiene de la corteza de un árbol de la familia del laurel, Cinnamomun cassia. Es muy similar a la canela, pero más dulce y aromática. Puede usarse molida o enrollada y pelada.

 

            Las especias se utilizaban como repelente de insectos y, en muchos casos, como bactericidas. Otro de los posibles motivos por los que, se cree, las usaban, es por el agradable olor que desprenden, que, en los cadáveres, se agradecería.

 

Lino: Nombre común de las plantas de la familia de las linacias que pertenece al género Linum. De las fibras se obtienen los hilos y tejidos de lino y, de la semilla, aceite. Es propio de las regiones temperadas y crece bajo una amplia gama de condiciones y humedades. Los mejores suelos para cultivarlo son las tierras francas limosas o las arcillosas moderadamente fértiles.

 

            Lo utilizaban en la fabricación de las vendas que servirían para aislar el cuerpo del exterior.

 

Natró:  Na2CO3 + NaHCO3 + NaSO4   encontramos diversas fórmulas según las fuentes consultadas, pues se trata de una mezcla de composición imprecisa), tipo de sal que, juntamente con otras se encuentra en las fuentes de agua que, al acumularse en lagos sin desguace y en los cuales se produce una gran evaporación, dan lugar a canteras. Los yacimientos más antiguos conocidos son los de los lagos del Bajo Egipto, concretamente en la cuenca del Wady Atrum (de donde cogió el nombre). El agua es muy alcalina en los 11 lagos que forman parte y contiene carbonato, cloruro y sulfato sódico. En abril, al bajar el nivel de las aguas, estos se depositan por precipitación dando lugar a capas de entre 40 y 50 cm. de espesor.

 

            Era usado en la desecación del cuerpo del difunto debido a la variación de tonicidad que provoca en el medio circundante y los consiguientes fenómenos de ósmosis.

 

Piedra Etíope: Piedra de obsidiana en forma de cuchillo que se utilizaba para efectuar la incisión en el lateral izquierdo del abdomen del difunto. Era obligatorio que el corte fuera realizado con un instrumento de este material, ya que de este modo lo marcaba la ley. La obsidiana es una roca volcánica semitranslúcida y oscura compuesta por sicilio, oxigeno y calcio. Su color abarca una amplia gama: negro verde oscuro, verde claro, rojo, blanco y con vetas negras y rojas. Se modela fácilmente, por lo cual, desde la Antigüedad, se usó para construir armas y herramientas.

 

Resinas: Termino aplicado a una serie de sustancias orgánicas, líquidas y pegajosas, que normalmente se endurecen a temperatura ambiente. Son segregadas por numerosas plantas. Su color varía entre el amarillo y el amarillo pálido. Al ser quemadas desprenden agradables olores. A pesar de ser químicamente diferentes, todas contienen carbono, hidrógeno y oxigeno, son insolubles en agua pero sí lo son en alcohol y otros disolventes orgánicos. Se subdividen en tres tipos:

  1. Resinas duras como el ámbar

  2. Oleorresinas como la trementina

  3. Gomorresinas como la mirra

 

Mirra: Gomorresina aromática que se extrae de un árbol procedente de Arabia. Es una mezcla de resina, goma y aceite esencial de mirrol, causante de su color característico. Desde la antigüedad ha sido muy preciada como ingrediente de perfumes e inciensos. En la actualidad han quedado demostradas sus propiedades antisépticas y se utiliza en dentífricos para prevenir la halitosis[11].

 

            Las diferentes resinas se utilizaban por sus propiedades antibacterianas y aislantes, pues una vez fundidas formaban una gruesa capa protectora sobre la piel. A pesar que nos hayamos referido a las resinas como elementos bactericidas, no está de más remarcar que los egipcios en ningún momento llegaron a conocerlas por su microscópico tamaño, por lo que sus motivos para usarlas se limitaban a que observaron que las momias conservadas con ellas se permanecían en mejor estado, es decir, se “suprimía” un factor de la descomposición.

 

Instrumental quirúrgico: Básicamente estaba formado por una serie de ganchos, para la extracción de cerebro, cuchillos y cucharas para ayudarse en la evisceración y una serie de recipientes para recoger la sangre que el cadáver desprendía.

 

El precio de estos materiales, juntamente con otros, se recogía en una lista[12] que entregaban a los familiares. A continuación tenemos un ejemplo:

 

Lista de precios del embalsamador

Articulo

Precio[13]

           

Dracmas[14]

Óbolo[15]

..................................................................

12 dr.

2 ób.

Vaso de fango

 

2 ób.

Pintura roja

4 dr.

19 ób.

Cera

12 dr.

 

Mirra

4 dr.

4 ób.

Canción

 

4 ób.

Grasa

 

8 ób.

Tela de lino

136 dr.

16 ób.

Máscara

64 dr.

 

Aceite de cedro

41 dr.

 

Medicinas para el lino

4 dr.

 

Aceite bueno

4 dr.

 

Salario de Turbón[16]

8 dr.

 

Mechas de lámparas

24 dr.

 

Túnica vieja

 

24 ób.

Vino dulce

 

20 ób.

Cebada

16 dr.

 

Levadura

4 dr.

 

Perro (chacal)

8 dr.

 

Máscara pequeña (?)

14 dr.

 

2 artabae de pan[17]

21 dr.

 

Cono de pino (?)

 

8 ób.

Plañideras

32 dr.

 

Carro tirado por burro

8 dr.

 

Barcia (?)

 

12 ób.

 



[1] Se refiere al dios de los muertos, Osiris.

[2] Para producir una licuefacción.

[3] Esta maniobra puede leerse más circunstanciada en Diódoro de Sicilia, donde el principal embalsamador señala el lugar de la incisión; el incisor abre el vientre del cadáver y hecha a correr entre las maldiciones y piedras que le lanzan los presentes, y el salador practica lo descrito por Heródoto.

[4] Preparación líquida inyectada en el recto como a remedio o alimento.

[5] Desinfectante vegetal. En griego significa rábano i se ha identificado con un tipo de rábano de color negro.

[6] No se ha de tomar esta afirmación en sentido literal, el autor probablemente se refería a que no cometían excesos con la comida.

[7] El motivo sería probablemente la disposición de estos, que dificultaba enormemente el trabajo con los mismos.

[8] En este caso lo hacían para permitir la “confesión negativa” por parte del corazón. El texto de Diódoro es inexacto, ya que esta costumbre tan solo se practicó durante los inicios de la práctica funeraria, permaneciendo el órgano en el interior del cadáver, para que declarara en el juicio, pero cuando el ritual se hizo más elaborado se optó por extraerlo para que no pudiera declarar en contra y era sustituido por amuletos (escarabeo).

[9] Que posee la cabeza en forma de perro.

[10] Ágata, variedad de calcedonia, de color rojizo.

[11] Mal aliento.

[12] Brier, B. (1996), Momias de Egipto, Edhasa, Barcelona.

[13] La dracma corresponde a la unidad y el óbolo a la subunidad.

[14] Entre los griegos antiguos, moneda de plata de peso una dracma (2,777 gramos).

[15] En la Antigüedad griega, peso, moneda de argente, equivalente a la sexta parte de la dracma.

[16] Este término no ha sido aclarado, pero según fuentes consultadas podría tratarse de la paga que se efectuaba a los sacerdotes encargados de quemar sustancias olorosas como incienso.

[17] Palabra sin traducción.


Autora: Anna Mañes

 

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