Salve, Khonsu, Príncipe Soberano de los dioses,

que en Suten-henen moras para gracia de su Señor.

Salve, el abarcado por Thot, Señor de los Divinos

cuya barca va en frente de la vuestra y detrás Nebt-anj.

Salve, amadísimo de los dos hermanos que adoran

Tu Majestad cuando elevas “la vieja que en brazos traes”.

Salve, el abrazado por Maat al orto y al ocaso,

que riges mareas atrayendo y soltando los mares.

 

Ven a nosotros, ¡oh, Príncipe!(¡Vida, Salud,Fuerza!).

Portador del Disco en su propio cuerpo y su Ojo izquierdo.

Ven, tráenos la luz; en medio de esta oscuridad se nos

recuerda que sólo somos paja en manos del Creador.

Ven pues, oh Khonsu, buen hijo, amado de su madre Mut

y visto siempre con agrado por su padre Amón Ra.

Ven, que llega el orto y la hora de alabar al Gran Dios

que se adelanta dichoso al horizonte de Isis.

 

Honor a ti, Corredor, que en Nu remontas los cielos

para tomar posesión de las aguas del dios Hapi.

Honor a ti, Viajero de la Barca de Millones

de Años que en las noches la luz oculta de Ra nos das.

Honor a ti, Dios Luna que eres inmenso en la cara

del Disco que se eleva al este del cielo nocturno.

Honor a ti, que a la nueva llevas sobre tu frente,

Haz que cada noche te vea tras el velo de Nut.

Permita aquel que mientras retrocede se levanta

suba el agua aprisionada por Geb en sus entrañas

a aliviar la sed del sediento sobre esta ebria tierra

de cristalino movimiento alucinante y olvido.

Permita la luz que baja dichosa cada noche

a tierra de recóndito lugar que sólo puedes

tú reflejar, guíe los senderos de mi alma, puesto que

Thot propicia el camino del que ansía entrar en el Disco.