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Unas

Historia del Antiguo Egipto: faraones, dinastías y cronologías

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UNAS

 

 

Circunstancias familiares:

 

Sucesor de Djedkarre-Isesi. Se le cita en el Papiro de Turín y en las lista reales de Abidos y Saqqara, además de en la confeccionada por Manetón.

 

Ascendencia: se presume que Djedkare-Isesi pudiera ser su padre, aunque realmente no se conoce el parentesco con sus antecesores y sucesores.

 

Antecesor de Teti, primer faraón de la VI Dinastía, tras dejar el trono vacante, sin sucesión. No sabemos si Unas dejó un heredero, por lo que pudo haber un periodo corto de inestabilidad política antes del reinado de Teti, aunque puede que tuviera un hijo llamado Ptahshepses. La esposa de Teti, Iput, era probablemente una hija de Unas y su visir, Kagemni, probablemente también ostentó sus cargos bajo el reinado de este último. Además, una puerta  en el templo funerario de Unas lleva la inscripción de los nombres y títulos de Teti, lo que indica que parte del templo fue completada después de la muerte de Unas. Esta evidencia sugiere que pudo no haber una verdadera ruptura entre la V y la VI Dinastías.

 

Casado con: la esposa principal de Unas se llamaba Nebet. Fue enterrada al Este de la pirámide de su esposo, junto a la mastaba de otra de sus consortes, Khenut. Tuvo unos hijos llamados Iput I y Hemtra, pero sin embargo parece ser que no dejó herederos, lo cual condujo a un breve periodo de inestabilidad política, que debió finalizar cuando Teti accedió al trono.

 

Años de reinado: según el Canon Real de Turín gobernó 30 años. Manetón le atribuye 33.

 

Gobernantes y personajes coetáneos:

 

Kagemni: empezó su carrera política durante el reinado de Djedkare, ostentando los cargos de juez y nomarca durante el de Unas, si bien los cargos más importantes los desempeñó en el reinado de Teti, primer faraón de la VI Dinastía. Fue visir al comienzo del reinado de Teti, “Inspector de los profetas de la pirámide y supervisor de la ciudad de la pirámide de Teti”. Su mastaba se encuentra en Saqqara, justo al lado de la cara norte de la pirámide de Teti, y es una de las de mayores dimensiones, ya que ocupa una superficie de casi mil metros cuadrados.

 

Otros nobles de su reinado, cuyas tumbas se encontraron en Saqqara fueron Akhtihotep, visir y juez, “Inspector de la ciudad de la pirámide” e “Inspector de los profetas de las pirámides de Niuserre, Djedkare y Menkauhor”, que comenzó a ejercer sus cargos durante el reinado de Djedkare, y Kenu, “supervisor de la pirámide de Unas” y “noble del rey de la Gran Casa”.

 

Política.

 

A pesar de la duración de su reinado, no sabemos mucho más sobre el reinado de Unas. Su nombre ha sido encontrado en Elefantina, así como en una vasija de alabastro encontrada en Biblos, quizás el último indicio de las actividades comerciales y diplomáticas entre Egipto y el Próximo Oriente en este periodo.

 

 Unas continuó con la política de Djedkare del doble visir, manteniéndose asimismo en sus cargos muchos de los funcionarios que los ostentaron bajo el reinado de Isesi.

 

Administración

 

Al igual que su antecesor, Unas tampoco construyó templo solar, lo que se atribuye directamente a razones económicas, no de tipo teológico. Se asiste al final de la dinastía a un empobrecimiento de la economía real que provoca, por extensión, la del clero heliopolitano y la de la nobleza cortesana, con un resurgimiento paralelo del poder y la autonomía de los nomos, neutralizados hasta entonces por la centralización administrativa, y cuyos gobernantes, obviamente, tendieron a ser sucedidos en sus cargos por sus hijos y familiares, forjándose lo que por algunos autores acertadamente se ha asimilado, salvando las lógicas distancias, con una situación casi feudal, todo lo cual lleva a la crisis económica que pone fin a la dinastía.

 

Concepciones religiosas

 

En los textos de las pirámides, Unas es identificado con los dioses Ra y Osiris. Budge nos refiere también que fue llamado “Unas, el asesino y comedor de dioses”. Le fue rendido culto en los alrededores de Saqqara durante algunas centurias después de su muerte. Osiris era originalmente una deidad local del Este del Delta, pero durante el reinado de Unas, su culto fue más extendido.

 

Localización  de su tumba: su pirámide se encuentra en Saqqara, al sur del muro del témenos del complejo funerario de Djeser.

 

Descripción de su tumba: tiene un templo del valle, desde el que parte una larga calzada, que hace una extraña curva y conduce al lado oriental del templo funerario y a la entrada de la pirámide, en su lado Norte. El templo del valle era de planta rectangular, con un gran puerto - embarcadero que abarcaba todas sus fachadas, excepto la Oeste. Tenía tres rampas que daban acceso a cada entrada del edificio, situadas al Norte, Sur y Este. Esta última era la principal y constaba de un pórtico de ocho columnas papiriformes, mientras que las otras dos entradas laterales sólo tenían dos columnas.

 

Hoy día se ha restaurado parte de la calzada, entonces cubierta y con una pequeña rendija en el techo para dejar pasar un poco de luz. En sus paredes existían numerosos relieves, parecidos a los de las mastabas de los nobles, con escenas de la vida cotidiana, expediciones comerciales, de caza, de la vida en el desierto y las más significativas, que reflejaban la época de hambruna que se produjo al final del reinado de Unas. Los techos estarían decorados con estrellas amarillas en relieve, sobre fondo azul. La calzada fue construida sobre tumbas de épocas anteriores, lo que permitió la conservación de estas últimas; sin embargo, queda muy poco de su contenido, ya que debieron ser saqueadas en un momento anterior o coetáneo a la construcción de la calzada. Tendría una longitud de entre 670 y 690 metros y una altura entre 3´15 y 3´90 metros, con una pequeña abertura en el techo de unos 20 centímetros, que permitía iluminar las escenas de la calzada con la luz del sol.

 

            En escenas de la calzada podemos encontrar escenas representando el transporte en barcas a remolque de las columnas de granito desde las canteras de Asuán hasta el templo funerario, pero también encontramos escenas de gente escuálida, que se interpretan como los efectos del hambre a causa del declive político y económico en que terminó el Imperio Antiguo. También hay escenas de los comerciantes asiáticos que llegan a Egipto en barco, seguramente desde Biblos, así como escenas de mercados y de caza en el desierto. Esto hace pensar que Unas prosiguió la política de contacto diplomático con Biblos y Nubia. Aparentemente también fue responsable de actividades constructoras en Elefantina y Saqqara. En elefantina, una inscripción muestra una jirafa y otros animales exóticos, como zorros, panteras, erizos, leones, etc. que fueron llevados a Egipto durante su gobierno. Otro dibujo encontrado en una jarra demuestra escenas de batalla durante su reinado.

 

            La calzada no es recta, sino que efectúa dos giros, para evitar desigualdades del terreno y otras construcciones. De hecho, el material de construcciones más antiguas fue utilizado para el subsuelo de la calzada; así lo muestra, por ejemplo, el que en los años 70 se reconstruyó la mastaba llamada “de los dos hermanos” Niankhkhnum y Khnumhotep, en su mayoría con bloques procedentes de la calzada de Unas. Relieves policromados adornan las paredes de la calzada, representando a hombres cazando leones, leopardos y jirafas, los barcos que transportan las columnas de granito desde Asuán, batallas contra enemigos asiáticos, el transporte de prisioneros y escenas de nativos hambrientos.

 

            El templo funerario comenzaba con un vestíbulo sin columnas, cuya entrada fue terminada por Teti, que en una de las jambas de granito rojo dejó inscritos su nombre y títulos. El vestíbulo tiene la entrada pavimentada de alabastro y representaciones de entregas de ofrendas. Después del vestíbulo está el patio abierto, con el suelo de alabastro, en el centro del cual se encontraba un altar. El patio era columnado, antaño formado por dieciocho columnas de granito rojo, talladas como palmas, que sostenían el deambulatorio, salvo dos, que eran de caliza de tono marrón. Hoy no queda ninguna en el sitio, pero han sobrevivido por su reutilización en Tanis y en el Delta, como algunas en el Louvre y en el British Museum. La mayoría de los relieves se han perdido.

 

A cada lado del vestíbulo de entrada y del patio, existen almacenes, en los que en el Periodo Tardío fueron excavadas tumbas. Desde allí, varias entradas conducen a una pequeña pirámide de culto y al interior del templo y a la capilla de los cinco nichos, que se encuentra muy deteriorada. También está muy destruida la antecámara con una sola columna de cuarcita, que conduce a la sala de ofrendas o santuario, de la que poco queda aparte de una falsa puerta de granito rosa, que se conserva en el Museo de El Cairo. En esta, había inscripciones refiriéndose a las divinidades tutelares de Nekhen y Buto. Alrededor de la sala de ofrendas, también había anexos de almacenaje. Las grandes dimensiones de los pilones de los complejos funerarios de los faraones anteriores se vieron reducidas en el templo funerario de Unas.

 

            A Unas se le atribuye un reinado largo, alrededor de los treinta años, por lo que tuvo tiempo suficiente para hacer una pirámide mayor. Sin embargo, se piensa que el no efectuarlo pudo ser debido a la grave disminución de la capacidad económica al final de la dinastía.

 

            Alrededor de la pirámide, había un recinto de piedra de al menos 7 metros de altura. La base de la pirámide consistía en seis capas de grandes bloques de caliza, decrecientes en tamaño hasta que los constructores alcanzaron la capa superior. El revestimiento estaba formado de fina caliza blanca, alguna de la cual permanece en los niveles más bajos. La planta de la subestructura, así como el templo funerario son muy similares al complejo de Djedkare, con la entrada original debajo de la capilla Norte. La capilla Norte hoy no existe. Estaba compuesta por una sola habitación con su muro Sur cerca de la pirámide y tenía un altar con signos jeroglíficos grabados para servir de mesa de ofrendas. Detrás del altar había una estela.

 

            Esta capilla ocultaba la entrada de la pirámide, cuya primera parte era un corredor descendente de unos 14 metros de longitud, que desemboca en una pequeña cámara de 4 metros de largo por 2 de ancho, tras la cual el corredor continuaba por otros 14 metros, hasta llegar a la antecámara y la cámara funeraria. A dos tercios de este tramo del corredor había tres rastrillos de granito, antes de llegar los departamentos funerarios, cuyos techos están decorados con estrellas amarillas sobre un fondo azul. La antecámara tenía 3´75 metros por 3´08 metros y la cámara funeraria idéntica anchura, pero 7´30 metros de largo. Desde la antecámara se accedía, igual que en la pirámide de Djekare y como será costumbre en las pirámides del resto de los faraones hasta el final de la VI Dinastía, a una sala con tres almacenes.

 

En la antecámara y en la cámara funeraria fueron escritos los Textos de las Pirámides, en bajo relieve pintado en un verde azulado en todos los muros, menos en la pared Oeste de la cámara funeraria. Este color significa básicamente la creencia en el renacimiento. La pared Oeste estaba cubierta con grandes losas de basalto, que fueron pintadas de blanco, negro, amarillo, azul y rojo, los cinco colores de la fachada real de palacio. Frente a esta pared occidental hay un sarcófago de basalto bien conservado, frente al que, en la esquina Sureste se excavó una depresión cuadrada para depositar la caja canópica del rey. Fueron encontrados pequeños pedazos de la momia y de dos pequeños cuchillos usados durante la ceremonia de la apertura de la boca, que se conservan en el Museo de El Cairo.

 

            El aspecto más relevante de la Pirámide de Unas es que, aunque es la más pequeña de las pirámides reales construidas durante el Imperio Antiguo, es la primera que tiene sus paredes decoradas con los textos denominados “Textos de las Pirámides”. También estableció el plan típico de las cámaras interiores de las pirámides, que fue utilizado hasta el final de la VI dinastía. Fue Gastón Masperó, en 1881, el primero que entró en la pirámide en época moderna y descubrió que la antecámara y la cámara funeraria estaban cubiertas casi en su totalidad con largas columnas de fórmulas funerarias. A partir de Unas se convierte en una tradición que pasa a ser casi una norma en los enterramientos de la VI Dinastía.

 

            Los Textos de las Pirámides son una serie de encantamientos, conjuros o preces que se encontraban en las antecámaras y cámaras funerarias de las pirámides construidas a partir del reinado de Unas. El grupo de textos más antiguo es el localizado en la pirámide de este faraón y está formado por 228 conjuros, que fueron completándose por los faraones posteriores, hasta llegar a los 759 recopilados por R. Faulkner. Se han dado numerosas interpretaciones a estos textos, cuya función última es asegurar la vida del faraón en el Más Allá, así como la forma en que deben ser leídos, puesto que algunos egiptólogos consideran que deben leerse desde la cámara funeraria hacia fuera y otros en el orden inverso, es decir, desde la antecámara a la cámara funeraria, argumentando que en el cortejo funerario que acompañaría el cuerpo del faraón al sarcófago, un sacerdote iría leyendo simultáneamente los textos de las paredes. Como quiera que fuese, lo que sí es seguro es que guardan un orden lógico, ya que en todas las pirámides posteriores los mismos textos se encuentran ubicados en los mismos lugares de las cámaras. A grandes rasgos, durante el Primer Periodo Intermedio comenzaron a escribirse en los sarcófagos, dando lugar a los Textos de los Sarcófagos y durante el Imperio Nuevo, pasaron a escribirse en papiro, convirtiéndose en el Libro de los Muertos, cuyo texto irá evolucionando hasta la Dinastía XXVI.

 

            En el revestimiento exterior del lado Sur de la pirámide, se encuentra una inscripción de restauración, fecha incluida, efectuada por Khaemwaset, hijo de Ramsés II y sumo sacerdote de Ptah en Menfis, lo que le valió a este la consideración del primer arqueólogo y restaurador de la Historia. Dicha inscripción se encontró en 1957 por Lauer en medio del desierto, y fue colocada de nuevo, una vez restaurada, en su lugar original en la pirámide. La inscripción decía que Khaemwaset “perpetuó el nombre de Unas cuando no pudo encontrarlo en las caras de la pirámide, porque él encuentra placer restaurando los monumentos de los antiguos reyes del Alto y el Bajo Egipto que se han convertido en ruinas”.

 

            Las dos reinas de Unas, Khenut y Nebit, fueron enterradas en mastabas fuera del complejo de la pirámide, lo que constituye una peculiaridad, ya que lo usual para las reinas en este periodo eran los enterramientos en pequeñas pirámides anexas a la principal del rey.

 

            Nombre de la pirámide: los lugares de Unas son perfectos.


Nota: Las trascripciones de los nombres de este artículo están en inglés.

 

José Luis Toledo
jostolper@cajamar.es


Algunas menciones encontradas sobre este rey:

 

Fragmento de un recipiente de calcita, Petrie Museum, UC 13258
Inscripción en roca cerca de Asuán.
Vasija de calcita en el Museo del Louvre en Paris, E. 32372
Vasija de calcita hallada en Elefantina.
Varios objetos hallados en Byblos
Mencionado en la Biografía de Sabu, en su tumba de Saqqara
Mencionado en la biografía de Gemni, en su tumba de Saqqara

Bibliografía

 

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© Juan de la Torre Suárez
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