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Banquete real en Amarna

Muro suroriental de la sala exterior de la Tumba de Huya en Amarna

(Extracto del libro: Tell el-Amarna (Vol. I) Las Tumbas Norte: Huya, Meryra II, Ahmes, Meryra, Penthu y Panehsy.)

 

 

Ficha Técnica
 Objeto: Escena.
 Época: Dinastía XVIII. Imperio Nuevo.
 Dimensiones: -
 Material: Piedra. Policromía.
 Técnica utilizada: Relieve en hueco.
 Ubicación: Muro suroriental del corredor de la sala exterior de la tumba de Huya en Amarna.
 Número de Registro: -
 Estado de conservación: Muy deteriorada.
 Yacimiento arqueológico: Cementerio Norte de Amarna.

La familia real adorando al Aton.[1]

C1.- Muro Sur

Va a ser esta la primera ocasión en que hace su aparición la madre del rey, la reina Tiy. Como vemos, toda la decoración de la tumba gira alrededor de este acontecimiento, la vista de Tiy a Amarna, a excepción de la recepción del tributo de los países extranjeros. La verdad es que se desconoce si Tiy llegó a Amarna con la idea de quedarse durante un largo período o si su visita fue más bien corta[1], pero lo que sí se puede asegurar es que tanto Ajenaton como Nefertiti, y especialmente el primero, tenía que sentirse satisfecho por esta visita por suponer un reconocimiento a sus actos por parte de la reina madre; por otra parte, Huya, era uno de los grandes oficiales de la reina Tiy, por lo que la satisfacción tendría que ser idéntica a la que sentía Ajenaton por otras causas, dado que entre su Señora y su rey reinaba la armonía.

Las dos escenas que vamos a explicar a continuación tienen una característica común: la búsqueda de la simetría, aún habiendo tenido en cuenta la compensación de volúmenes en ambos planos, provoca la aparición de grandes espacios en blanco dentro de la composición a la que no nos tiene acostumbrado el arte egipcio.

No pudiendo disponer la representación de un dios antropomorfo, el eje central de la escena siempre se encuentra en el disco solar, en el Aton desplegando sus rayos, o sus cartuchos si él no está presente. El problema aparece cuando la escena en su totalidad está presidida por el Aton como es el caso que nos ocupa, provocando mayores problemas el hecho de que las personas a representar en cada parte del eje no coincidan en número o tamaño. Veamos pues cómo el artista intenta solucionar el problema.

Contamos con dos figuras de gran tamaño que son Ajenaton y Nefertiti, frente a ellos se sienta la reina Tiy, tan sólo una persona. Al lado de Ajenaton y su esposa se sientan dos niñas, al lado de Tiy sólo una. Para compensar esta diferencia de volúmenes y conseguir una simetría cuasi-perfecta se utilizan las mesas de comida: adelantando hacia Ajenaton la que le corresponde, ya tenemos un grupo compacto en la parte izquierda del eje y un grupo más homogéneo en relación con el anterior, en la parte derecha del eje. Sin embargo tenemos todavía un espacio muy vacío entre el rey y su madre, es por eso que aparecen aquí las figuras de un sirviente y de Huya atendiendo a su Señora. Sobre estas figuras queda un espacio sin cubrir que no daría problemas si estuviese ocupado por la cabeza de un segundo acompañante de la reina Tiy, pero a falta de él, se coloca una pequeña repisa con unos recipientes y dos pequeñas lámparas encendidas. Aunque la composición simétrica está bastante lograda, parece a simple vista un tanto forzada y, aún así no conseguida pues continúa existiendo un vacío entre ambos.

Exactamente igual ocurre en la escena de la pared suroccidental, con la diferencia de que en este caso al carecer de las grandes mesas de comida, sustituidas por otras diminutas, y de los rayos del Aton, el vacío existente entre madre e hijo resulta aún más patente. Lo curioso es que, si nos fijamos, la composición es prácticamente idéntica con la salvedad de la ordenación de las figuras, de manera que la reina Tiy ahora se encuentra en la parte izquierda del eje. Quizá para hallar la simetría adecuada habría que conjugar estas dos escenas principales y verlas como un todo. Si así lo considerásemos, la composición lograda gozaría de una simetría perfecta.

C.1.1. Parte oriental. Escena principal: Banquete real[2].

A la izquierda están las figuras de Ajenaton y Nefertiti sentados en unas sillas de respaldo alto y cuyas patas acaban en garras de león. De la figura de Nefertiti apenas queda nada visible salvo parte de la indumentaria; un vestido, un ancho collar y los brazos adornados con brazaletes, mientras en la cabeza lleva un simple tocado con un ureus. De la figura de Ajenaton no queda huella alguna de su rostro, pero se puede ver que el tocado también es bastante simple. Junto a Nafertiti están sentadas las princesas Meritaton, a la izquierda, y otra cuyo nombre se ha perdido. Frente a la familia real se encuentra Tiy sentada en otra de esas mismas sillas; al igual que sus anfitriones apoya sus pies en un escabel. La peluca de Tiy, con un doble ureus frontal, es coronada por las dos plumas y el disco solar, del que sale otro doble ureus, y flanqueados por los cuernos. A su lado está también sentada la hija de Tiy, Baketaton, hermana de Ajenaton, de quien Tiy parece coger algo con su mano izquierda. Las sillas de las tres princesas son réplicas exactas de las de sus respectivos padres. Entre ellos, varias mesas de comida y tinajas conteniendo la bebida. Todos ellos están comiendo a excepción de Tiy que no parece estar llevándose nada a la boca; Ajenaton, un gran hueso de carne; Nefertiti, un ganso. Entre ambo dignatarios se encuentra representado Huya.

Por encima de ellos el Aton, el disco solar desplegando sus rayos terminados en manos sobre los tres personajes principales y las mesas de comida, otorgando el símbolo de la vida a los rostros de aquéllos.

Las subescenas tienen lugar en dos registros inferiores. En el inmediatamente inferior aparecen representados dos grupos de guardias[3] en ambos extremos. En el centro, unos sirvientes prueban la comida que servirán a la familia  real; en este grupo parece que se encuentra Huya probando de nuevo los alimentos antes de llevarlos a sus señores. También nos muestran un grupo de músicos femeninos, la primera de ellas tocando un arpa.

En el segundo registro, unos sirvientes tienen preparada la comida y la bebida[4], mientras que otros la prueban al igual que los del registro superior[5]. Tras ellos, un grupo de músicos masculinos, cuya indumentaria y cráneos alargados en su parte superior nos indica que son extranjeros, con probabilidad de ser su procedencia sirio-palestina. Los instrumentos que portan son también extranjeros, tocando el primero una especie de arpa de exageradas dimensiones.

La escena ha terminado y el encuadre de la misma, que hemos comentado más arriba, separa ésta de otra de tipo rural de la que apenas queda nada. En toda la tumba existían estas escenas inferiores de la vida en el campo, pero ahora la mayoría se han perdido.  En este caso se ha representado una escena de la cosecha[6].

 


[1] Davies refiere que la frase “una casa de Tiy” se menciona en un fragmento y que hay un cartucho de lla en una cantera de la que probablemente se extrajese la piedra para su casa.

[2] Ver fotografía número 18. Número 3 del plano

[3] Ver fotografía número 14.

[4] Ver fotografía número 15.

[5] En la fotografía número 17 se ven estos sirvientes probando la comida y tras ellos la especie de arpa de gran tamaño que toca uno de los músicos extranjeros.

[6] En la fotografía número 16 puede observarse abajo parte de los restos de la escena de la cosecha.

 

Teresa Soria Trastoy

04/03/2007

 

Bibliografía: Libros prestados a la Biblioteca de la ASADE (Asociación Andaluza de Egiptología) por Juan de la Torre Suárez y Teresa Soria Trastoy.

Fotografías: © Todas las fotografías son propiedad de Juan de la Torre y Teresa Soria. Queda prohibida su reproducción total o parcial en cualquier medio.

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